Dejemos claro desde el principio que no nos hayamos ante una novedad, este disco ya fue editado en el chile natal del artista hace un año, pero por esos requiebros del destino, y la participación del propio Fernando Milagros como telonero de Nacho Vegas más algunos conciertos en nuestro país, ha hecho que le prestemos ahora la debida atención a su último trabajo. ¡Y menudo trabajo!. Un disco extraño al combinar, con gran destreza melódica y potentes imágenes líricas, recursos propios de la tradición sudamericana (“Una sola vuelta”, “Nahual”) con un pop rock expansivo, pero con el mismo sello de autor que pueden infingir en nuestro país cantantes como Jose Ignacio Lapido (“Piedra Angular”), aunque también existan grandes dosis de esa solitaria melancolía de un trovador como Oscar Briz (“Carnaval”, “Rey Mayor”). Diez canciones como diez soles que nos abofetean en nuestra soberbia, y nos advierten que estemos más atentos a lo que sucede al otro lado del charco .
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