Alt-J se han convertido, por talento y por originalidad, en una de las bandas de referencias de la última década a nivel internacional. Desde su impresionante álbum debut "An Awesome Wave" en 2012, que incluyó algunos de los temas más memorables de aquella época dorada del indie anglosajón de principios de la década pasada como "Taro" o "Matilda", el reconocimiento por parte de sus millones de seguidores ha sido una constante. Después de ese trabajo germinal, que supo capturar como nadie la atmósfera y el sentimiento de una época y de una generación, llegaron "This Is Yours" en 2014 y "Relaxer" en 2017, dos trabajos que conformaron su trilogía de la mano de Infectious Music y tres giras internacionales que les llevaron a tocar por todas las partes del mundo, incluyendo varios conciertos memorables en España que no podemos dejar de recordar con una lagrimilla de nostalgia corriendo por nuestras mejillas.
En 2019, después de esas giras larguísimas, Alt-J, el trío formado por Gus Unger-Hamilton, teclista; Joe Newman a la guitarra y voz y Thom Green, al bajo, vio que era el momento necesario para parar.
Pero tras 2019 llegó el aciago año 2020 en el que el mundo se paralizó. La pandemia se sumó al año de descanso de la banda y lo alargó, quizá, algo más de lo que querían. El parón adormeció el tiempo y también los sentidos. De ahí surgió su nuevo álbum, que vio la luz hace apenas unos días, el pasado 11 de febrero y que se llama "The Dream".
Unos sueños de pandemia, que han producido monstruos. Tal y como ironiza en la reseña del álbum que ya tenéis disponible en nuestra web de "The Dream" nuestro colaborador Carlos Pérez de Ziriza, que tiene claro que el cuarto álbum de Alt-J sintoniza con lo narcotizante como vía de escape. El trío originario de Leeds sigue plasmando un éxito que tiene algo de inverosímil, casi de milagroso. Demasiado indie para el mainstream y demasiado mainstream para el indie. Si es que aún tiene sentido esa distinción. Lo más curioso es que muchos de sus textos y dobleces de guión siguen siendo demasiado sombríos, ácidos y abigarrados para una banda que llena grandes pabellones deportivos, arenas de alto copete y slots de primer orden en cualquier festival.
Ahora son más inteligentes, laberínticos y aventurados. Más capaces de combinar su veta más pop con la más experimental. Y también más empapados del mal de altura (para bien, ojo) que tradicionalmente sobreviene a las bandas inglesas que se dejan seducir por la cultura yanqui. Mal de altura que no debe confundirse con dudas en el planteamiento del álbum ni sobre su talento. El síndrome el impostor puede ser fatal para una banda que ha tocado el cielo con su primer trabajo, pero no es su caso.
En definitiva. Alt-J son más sabios, más certeros y más naturales. Menos necesitados de agarrarse a coartadas. Mas creíbles y sólidos, en definitiva. Así son los Alt- J de 2022. Y ahora estamos con ellos en exclusiva en España para que nos cuenten track by track este sueño lúcido que es "The Dream".
*** En este player podrás escuchar la parte locutada del especial. Si quieres escuchar el podcast completo con las canciones intercaladas, deberás abrirlo en Spotify.