Un fuerte aplauso, Luis Solís
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Un fuerte aplauso, Luis Solís

Alvaro Fierro — 09-04-2022

Nos deja Luis Solís de Castro, conocido y querido compañero de nuestra escena musical, tras padecer una enfermedad terminal.

Resultaba paradójico, aunque nada extraño, que en sus últimas semanas no quisiera escuchar música, ni siquiera de fondo. Le aturdía, decía. Toda una vida vinculada al ruido desde un backstage permanente se terminaba confundida con el silencio de un hospital en lo alto del monte, al que te transporta, como dice mi amigo Alberto Birdman, el autobús de las personas tristes. Una calma apenas rota por el repiqueteo de la lluvia sobre los techos de los coches de Artxanda y el deambular murmurante de mascarillas incapaces de esconder las emociones.

Hace eones que montó una promotora, Sin Salvación, y fue miembro activo en las postrimerías de programación de la sala Gwendolyne. Condujo las furgonetas de Painkillers-al que también diseñó portadas- y Atom Rhumba, puso música en mil garitos y no salió de ellos durante la década de los 2000. Era figura habitual del primer Bullitt, arriba y debajo de la cabina, idem de la Fever, parroquiano (mucho) más tarde del Flappers de Las Arenas y aficionado a las conversaciones infinitas. Más que infinitas. Sólo queda esperar, me dijo hace un tiempo, sin que ninguno de los dos especificara qué entendíamos por ese verbo tan obvio.

Luis Solís de Castro, LSD pinchadiscos, nació hace 49 años y vivió buena parte de ellos vestido de negro y en horario nocturno; falleció, por el contrario, una fría mañana de abril y enfundado en un pijama blanco nuclear. En su muñeca derecha, una pulsera de paciente fabricado del mismo material que la del Azkena servía de paralelismo inocente para continuar usando el rock como eje central de nuestras existencias. Nos pudimos despedir de él a sabiendas que en la muerte no hay nada épico, ni poético, como mucho una mano cornuda saludando cuyo recuerdo se confunde con el sueño y se marcha, para siempre y sin rumbo, por la ventana. Un fuerte aplauso, amigo.

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