Escrita por Tórtel, producida y mezclada en colaboración con el propio Tórtel, con masterización de Alex Ferrer, "Tú hablarás" es una nueva muestra de lo bien que se le da a Tórtel sumergirse en las aguas del pop electrónico. Y atención a la portada del single, que es obra nuevamente de Marina Iglesias.
A propósito de la canción y tras conversar largamente sobre ella con el artista, el periodista y crítico literario José de Montfort escribe unas líneas inspiradas por "Tú hablarás".
Tú hablarás
Todo esto de la música, ya lo sabe el melómano, va de secretos. Os contaré uno: era el día de Nochebuena, estaba solo en casa, echando de menos a mi hija y cocinando langostinos, pensando en Dalí y en el diablo. Bebiendo VollDamms. Todo esto en silencio. En una suerte de disimulo circunspecto, porque el ruido del mundo seguía sonando (aunque a mí no me afectase). Ahí estaba yo o el ruido (quizá los dos fuéramos parte de lo mismo, y por eso me hacía el sueco). Y fue cuando vino Tórtel a mí, diciéndome, tranquilo “Tú hablarás”. Y no es que me explotase la cabeza, es que me puse a bailar. Con una felicidad absolutamente desafecta a la solemnidad de la noche. Es imposible no dejar mecerse lentamente, pensé, al rato, mientras, con los ojos cerrados, estirando muy lentamente los brazos para abrazar la verdad de mi sombra, seguía bailando al ritmo del fuego creador de esta canción. El mismo fuego que, en otras variantes, se ha de hacer notar para que entienda el oyente la coherencia de todo este discurso de apariencia fragmentaria que es el nuevo disco in progress de Tórtel, ya ha aparecido en varios de los singles precedentes que ha presentado Tórtel durante los últimos meses.
“Tú hablarás” es una canción de cuna pop, con su ritmo suave y relajante, de esos que compiten a oleadas por acariciarte en la espalda, el cuello, los homóplatos. Aquí se disipa el miedo inminente (e insolente) de “El puño invisible”; aquella voz truculenta, en su zigzag de cortes afilados. El sol ardiente que gravita en el eje de simetría de la sideral “Pirámides”, su duda existencial, se ha vuelto antifaz seguro, de lo malo lo mejor.
Aquí la aventura sonora sigue siendo igual de celestial que en “Probablemente no”; la efervescencia onírica, sin embargo, trocada en voz que susurra, consoladora. El zumbar de las abejas de la nostalgia de “Alguno de nosotros” aquí vuelto conexión telepática; aquella travesura de arbustos secos y cristales rotos es aquí prueba verdadera de la memoria, con aquella expansividad estelar se construye aquí la mansión mental que nos podrá servir para conservar el secreto. Y sí, adivinen, esa fortaleza no puede ser otra sino la del sueño. Ahí es donde “Tú hablarás”. Porque solo en la soledad de la música que nos hermana podemos encontrar la fe que necesitamos desesperadamente en estos tiempos sombríos.
Y, para muestra, este botón.
Denle al play y permítanse soñar, porque mientras Vds. aprenden a discernir los matices de su sombra, sepan que Tórtel les cubre la retaguardia.
Entretanto… ¿sigue el sol ardiendo en vuestras palabras?
José de Montfort
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