Según Bangalter, "Daft Punk fue un proyecto que difuminaba la línea entre la realidad y la ficción con nuestros robots. Fue muy importante para mí y para Guy-Manuel no romper la narrativa mientras aquello estaba ocurriendo. Me encanta la tecnología como herramienta, pero al mismo tiempo estoy aterrorizado por la naturaleza de la relación entre las máquinas y nosotros mismos. Ahora que la historia ha terminado, me parece interesante revelar que la parte creativa del proceso estaba basada en lo humano y no en nada con sentido algorítmico". De ahí que, en su último trabajo, el millonario "Random Accesss Memories", el dúo apostase por sonar más humano que nunca, acercarse al funk y al disco con instrumentos reales y no únicamente con tecnología.
Bangalter atribuye al auge de la Inteligencia Artificial el haberse distanciado de la música electrónica, al considerar que la tecnología está marcando demasiado el camino de la creatividad. Aunque también apunta que: "Mis preocupaciones con respecto a la Inteligencia Artificial va más allá de su uso en la creación musical. Con Daft Punk intentábamos usar máquinas para expresar algo extremadamente emocionante que una máquina no puede sentir, pero sí un humano. Siempre estuvimos al lado de la humanidad y no en el de la tecnología. Aunque me encanta el personaje, la última cosa que quiero ser en el mundo que estamos viviendo ahora mismo, en 2023, es un robot".
De ahí, que lo que podamos escuchar de Bangalter sea "Mythologies" –que se publica este mismo viernes–, una obra que nace como banda sonora para un ballet y que fue ya interpretado en directo con toda la orquestación el pasado julio en Burdeos. "Mi madre murió hace unos veinte años y volver a este sonido me lleva a una etapa concreta de mi vida. Al margen de que sume nostalgia a mi música, también supone una nueva aventura. Me ha encantado escribir música que no está amplificada y que no requiere electricidad. Se trata solamente de mí y la partitura".
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