Puede parecer una broma o puede parecer contradictorio, pero Serpent hablan claro y tienen las cosas claras a la hora de firmar una canción como "Mort al rock català".
El cuarteto canta contra la cultura no solamente aceptada, sino totalmente promovida desde las instituciones –en este caso catalanas–. Lo hacen porque son conscientes de que hay muchos artistas y grupos que prefieren ser inofensivos y ser respaldados por la cultura institucional que crear su propio camino. Y sobre eso tienen mucho que contar.
Se enfrentan a todos aquellos grupos que solamente quieren contar con repercusión dentro de Catalunya para entrar en el circuito de salas y exprimirlo al máximo, que no creen lo suficiente en su propuesta para llevarla fuera de Catalunya, que piden cachés poco ajustados a su poder de convocatoria y que por eso suman infinidad de actuaciones en ayuntamientos y fiestas mayores para los que no se paga entrada. Pero no solamente arremeten contra ellos, sino también contra los intermediarios, los agentes de zona y las comisiones de esas fiestas subvencionadas que acaban convirtiendo cualquier escena en algo inofensivo y, con el paso de los años, "casposo".
En su comunicado acaban así: "Estamos alimentado la nada. Hemos dejado que decidan por nosotros lo que tenemos que escuchar y, por si no hubiera suficiente, en muchos casos nos lo han vendido como al banda sonora de cierta militancia política. Pero la más previsible, la más asimilada, la que no muerde ni molesta a nadie. Y a nosotros nos da mucho asco ver como la gente se lo traga. Por eso precisamente hemos hecho esta canción".
El vídeoclip es obra de Joan Rubiralta y Adrià Bertran, con montaje de Adrià y Sergi Bertran, cantante y guitarra de la formación.
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