El popular festival belga colgaba el cartel de “no hay billetes” con 60.000 asistentes, en esta edición que ha sido marcada por la catástrofe. Una tormenta breve pero intensa derribó al menos dos escenarios, pantallas gigantes, árboles y material técnico.
Los organizadores del festival lamentan lo sucedido que tildan de impredecible y se solidarizan con las familias y amigos de las víctimas, suspendiendo el resto de las actuaciones y pidiendo calma a los asistentes, a los que se ha facilitado transporte para que puedan volver a casa de forma organizada.
Asistentes y artistas muestran su tristeza ante los hechos en sus cuentas de Twitter y en web de Pukkelpop.
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