Pese a ese espíritu continuista muchas cosas han cambiado en Santo Rostro desde que en 2017 editaran The Healer, y esto se ve reflejado en este disco. Después no Habrá Nada es el producto de una banda más hecha, con más tablas. No en vano, la cantidad de kilómetros que han recorrido tocando por toda la geografía estatal ha dejado un poso que claramente se aprecia en su actual sonido.
Así, nos encontramos ante un sonido más equilibrado y resuelto, con una base rítmica tremendamente sólida y sin fisuras, potente y a la vez orgánica, con tempos que fluctúan de forma natural, acelerando y frenando de forma conjunta, sin claqueta.
Telarañas es la primera prueba de fuego de un álbum que ve la luz el 10 de marzo y que estará editado conjuntamente por Discos Macarras, LaRubiaProducciones y Spinda Records.
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