En una entrevista con la revista británica Kerrang!, todo un referente en el mundo del metal y del rock, Robb Flynn expresó su opinión sobre la idea de realizar conciertos en autocines, algo que se está dando mucho en las últimas semanas. En estos conciertos, los artistas llevan adelante su actuación en un escenario mientras los espectadores ven y escuchan el show desde la comodidad de sus autos, sintonizando en muchos casos una frecuencia cerrada del autocine. Al respecto Flynn apunto: "No me jodáis. El otro día vi un show en un autocine en el que la gente se sentaba en sus autos y tocaba la bocina cuando les gustaba lo que la banda estaba tocando. Fue la mierda más estúpida que he visto en mi vida".
Además, dejo en claro lo que buscan ser los conciertos de su banda, Machine Head: "El objetivo de un espectáculo de Machine Head es tener a cinco mil personas gritando cada palabra, presionadas contra la barrera, sudorosas y amontonándose en fosas circulares gigantes, solo esa liberación catártica de energía. Si la única opción durante un tiempo son los conciertos en autocines, puedo esperar". Un show en las condiciones en las que Flynn los prefiere parece bastante alejado ahora mismo, pero sabemos que algún día volverán.
Sobre la situación global en relación al COVID-19, Robb Flynn puntualizó: "No sé si las cosas volverán a ser normales nuevamente. Pero creo que podrían pasar cuatro años antes de que las cosas se arreglen. Creo que esta pandemia podría continuar durante al menos dos años, llegando en oleadas, mejorando en verano y empeorando a medida que volvemos a la temporada de gripe, y luego podría pasar otros dos años para que las personas superen ese shock de haber sido encerradas por tanto tiempo". Trazando un paralelismo con la otra gran pandemia del siglo XX: "Al igual que la gripe española en 1918, llevará tiempo para que la economía se recupere y para que las personas tengan la confianza para volver a salir".
En relación al futuro de Machine Head remarcó: "Tenemos las fechas de la gira reservadas para noviembre y cruzo los dedos para que puedan celebrarse. Pero, ¿creo que es realista que veinte países puedan abrirse para hacer espectáculos en directo a plena capacidad justo al comienzo de la temporada de gripe? No. Incluso aquí, en Estados Unidos, los promotores locales nos dicen que esperan una capacidad de solo el veinticinco cuando vuelvan a abrir: eso son setecientas cincuenta personas en una sala de tres mil espectadores. Algunos promotores incluso nos han pedido que reduzcamos al cincuenta por ciento nuestro caché. Hemos tenido que decir: '¡Que te jodan!'. Será un baño de sangre durante un tiempo. Va a ser duro".
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