“La industria musical está muy basada en el hype, pero existen bandas y artistas que consiguen vivir al margen de ello y disfrutar sin presiones de la música”, responde Paul Smith, líder de Maxïmo Park que ahora presenta su trabajo en solitario, “Margins” (Warp/Pias, 10), un disco totalmente opuesto al sonido que nos tenía acostumbrado. Baladas, descripciones con precisión cinematográfica y medios tiempos que ensalzan el protagonismo de su voz. “Hacer música no es tan complicado como parece. Estaba con un amigo en su casa y empecé a tocar la guitarra y él la batería. Al final, teníamos un disco”, resume Smith, quitándole hierro al asunto. Sentado en el sillón de un salón de belleza, rodeado de espejos de amarillentas bombillas, Smith se afeita para Mondo Tv, sonríe y, tras colocarse su bombín –tan inglés como él-, asegura que “muchos artistas empiezan en solitario porque están cansados de sus bandas. Yo quería hacer algo distinto que no tenía cabida en Maxïmo, pero estar en la banda me encanta y no pienso dejarlo”. Desgañitarse en directo con Maxïmo Park o empezar de cero cantándole al desamor, son, para Smith, cosas nada incompatibles.
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