Diez años de carrera, una personalidad arrolladora y una música con carácter. Así es Patrick Wolf, a quien tendremos esta semana presentando su doble disco “Sundark And Riverlight” (Bloody Chamber, 13) en Barcelona y Madrid.
Amado y odiado como pocos, el artista británico ha experimentado turbulentas idas y venidas en su relación con la industria musical.
Encontronazos con la realidad que le hicieron replanteárselo todo. Superado el bache –no diremos si a través de la madurez, o de la resignación, quizá en el fondo sean la misma cosa-, Wolf recuperó las ganas de seguir adelante con su carrera y volvió a la senda del éxito con “Lupercalia” (11), y el año pasado incluso se vio con fuerzas para hacer una interesantísima revisión de todo este recorrido, con “Sundark And Riverlight”, en el que registró dieciséis reinterpretaciones en clave acústica y orquestada de algunas de sus composiciones. “Mi intención con este disco es que la gente pueda conocer el verdadero origen de estas canciones, al margen de todo lo que se mueve en este negocio, al margen de todas las modificaciones o alteraciones que éste puede introducir en la percepción del público. Quiero que los que lo escuchen sientan la soledad que me envolvía en el momento de escribirlas”, explica.
Este balance de su trayectoria en forma de álbum doble supone “el fin de una etapa de mi vida”, dice Wolf. “Todas mis canciones fueron escritas durante un período en el que no era raro verme cabreado con esto o aquello. Es decir, durante mi juventud. Aún soy joven, tengo veintinueve años, pero ahora puedo decir que tengo experiencia, y eso me ayuda a encontrarme más cómodo con mi lugar en todo esto. En parte, ha sido gracias al proceso de selección y eliminación de los temas para ‘Sundark And Riverlight’. Escuchando todo, eligiendo y descartando, me he conocido mejor a mí mismo. He aprendido mucho”.
Al fan neófito le recomienda, sin embargo, escuchar también las canciones originales. “No sólo para apreciar de dónde viene el disco, sino porque éste constituye una especie de retrato abstracto de Patrick Wolf. Simboliza algo así como mi búsqueda de la luz, del amor. Pero hay otra cara de la moneda, hubo otros sentimientos más tristes detrás de todo esto”.
En todo caso, tomen nota. Wolf estará presentando este material el domingo 27 de enero en la sala Apolo de Barcelona (aforo sentado) y el martes 29 de enero en el Teatro Lara de Madrid.
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