Si algo demostró aquel "Curve Of The Earth", en un momento en que la sombra del olvido se cernía sobre ellos, es que Mystery Jets todavía tenían algo que contar. Su quinto disco fue un punto de inflexión y un reflejo de la madurez que habían alcanzado como grupo, tanto que llegaron a asegurar sentirse como "una nueva banda", y "A Billion Hearbeats", su recién anunciado sexto álbum, pretende ser otro paso adelante en la carrera de los nuevos Mystery Jets.
El primer single de adelanto, "Screwdriver", es una muestra representativa de la línea estilística y temática del álbum, y entre otras cosas denuncia el ascenso de la extrema derecha en el Reino Unido y los continuos lavados de cara de la llamada alt-right. Así lo presenta Blaine Harrison, cantante del grupo: “Screwdriver habla de la mecánica de la intolerancia. Si observamos las épocas de inestabilidad económica que ha habido a lo largo de la historia, vemos la facilidad con la que crecen abismos en la sociedad, y cómo la población busca el cambio allá donde se prometa de manera más convincente. El conflicto surge a medida que las culturas y los sistemas de creencias chocan, sin voluntad de aceptar el lugar del otro en la sociedad, porque a todos nos alimentan con la retórica de que nuestro vecino es el responsable de nuestros problemas: entonces, inevitablemente, el nacionalismo vuelve a asomar su fea cabeza. Pero mientras las agendas políticas promueven la división, la música une y nos recuerda a todos lo que tenemos en común. El mensaje de Screwdriver no es pesimista – porque tal vez ante la confrontación podamos encontrar el entendimiento, e incluso tal vez aprender a escucharnos y amarnos los unos a los otros”.
Tal y como cuentan, "A Billion Heartbeats" es un disco "tierno pero fiero, abstracto y a la vez lleno de energía de rock clásico" que pretende ser un espejo de la situación sociopolítica en el Reino Unido y gira alrededor de "la responsabilidad personal y del poder de involucrarse", así como de la idea del amor como respuesta a las adversidades tanto individuales como colectivas. En "Screwdriver" lo dejan claro: "Combátelos con amor, entonces el mundo será nuestro”.
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