Triay, nacido en 1964, ha fallecido a la edad de cincuenta y seis años, víctima de una esclerosis lateral amiotrófica –lo que suele conocerse como ELA– desde hace aproximadamente un lustro. El pasado año incluso se llegó a celebrar en Mallorca un festival en su honor con la participación de una larga lista de bandas jóvenes de punk rock para los que Cerebros Exprimidos fueron una inspiración.
Sus últimas apariciones en medios tuvieron que ver con la reedición de treinta aniversario del primer mini-álbum del grupo, grabado en el estudio del batería de Los Pekenikes en 1989, en 2019.
Cerebros Exprimidos fue uno de los grupos más importantes del punk rock estatal de los finales de los ochenta y de prácticamente todos los noventa. A continuación se disolvieron, dejando tras de sí varios álbumes de estudio, un mini-álbum y una recopilación de sus primeras maquetas.
Pese al handicap que supuso en su momento que estuvieran en las Islas Baleares, la banda se fue labrando poco a poco una gran reputación que le llevaría a compartir cartel con infinidad de formaciones de nuestro país e incluso a contar con fans fuera de España.
Cerebros Exprimidos siguieron el paso que llevó a muchas formaciones el punk al hardcore, convirtiéndose en uno de esos nombres que quedarán ya marcados para siempre en la historia del género peninsular.
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