Andrew Loomis llevaba casi 29 años -aunque se tomaron un descanso en 2006- siendo el batería y el cómplice perfecto de Fred Cole y Toody Cole, guitarrista y cantante y bajista respectivamente de Dead Moon. Juntos crearon una banda de culto que abanderaba como pocas la independencia y la autogestión, encargándose Fred Cole de todos los procesos desde la grabación a la edición con su propio sello, Tombstone Records.
Una banda que encarnó el papel de banda de culto del garage estadounidense de las últimas décadas, y que siempre contó en Europa con una base de fans pequeña pero fiel. Con el fallecimiento de Loomis probablemente llegue el fin de la banda, y puede que no vaya a ser uno de los más sonados, pero sí uno de los más llorados por la cercanía que tuvieron siempre.
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