Mateo Kingman, criado en Amazonas entre Ecuador y Perú, es uno de los renovadores de la música electrónica latinoamericana con raíces muy profundas en la cultura tradicional de los pueblos primitivos y el folclore local. Hoy publica su nuevo larga duración, "Astro", un álbum que habla sobre sanación espiritual. Para darle forma, combina melodías tradicionales, pop, electrónica e incluso hip hop y trap en canciones como "Umbral, "Puerta de sal", "Último aliento" –compuesta e interpretada junto a Gustavo Santaolalla– o "Religar".
A nuestra petición de que nos contase con sus propias palabras lo que supone o lo que pretende ser este nuevo trabajo, Kingman ha contestado con un texto especialmente escrito para nosotros y que podéis leer a continuación:
"Astro es el viajante, el viaje y el aprendizaje.
Viajante, porque este álbum relata la historia de 'Astro', un ser que emprende una travesía hacia sus adentro más profundos: hacia su esencia, luz o médula.
Viaje, porque detrás de cada portal que Astro atraviesa hay un nuevo astro, un nuevo mundo, un nuevo enfrentamiento: una constante batalla en una constelación llena de astros.
Aprendizaje, porque astro es la roca. Es la gema que Astro se lleva al final del viaje, el obsequio sagrado que se lleva consigo para el viaje de la vida en la tierra.
Astro hombre. Viaje de astros. Astro Luz.
Musicalmente, en este álbum armé una una trama con diversos hilos: la canción urbana contemporánea y melodías tradicionales de América Latina, con influencia de los cantos Íkaros del mundo del curanderismo. Usamos (con Ivis Flies, productor de mis dos discos) sintetizadores para resolver casi toda la instrumentación armónica y melódica, pero hay dos o tres canciones e las que grabamos arpa andina, guitarras y bombo andino. Es un disco raro, conceptual, experimental…hay muchas maneras de llamar a estos procesos exploratorios que no tienen limitaciones externas, pero dentro de estas respuestas a necesidades auténticas de exploración, también hubo la consideración de crear una constelación por la que todos podamos viajar.
Creo que es un álbum mucho más autoral y a diferencia del disco anterior, en el cual partimos mucho de la producción, en este hay la particularidad de que se parte de la composición; de la canción misma, de la letra o de la melodía. Y si bien me alejo de la propuesta sonora y temática de lo que hice en el proceso anterior, la reinvención es inevitable, después de haber estado en contacto con otros músicos del mundo, músicas nuevas del mundo pero también músicas urbanas, etc.
Los textos son la base de este trabajo y, expresados en una multiplicidad de timbres vocales, conducen la travesía musical, arrancando con la decisión de enfrentarnos a nuestros males, pasando por vértigos profundos y curaciones sagradas, para regresarnos a lo nuestro, religados y agradecidos".
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