Así lo ha confirmado Marie Dimberg, su representante, con un sencillo comunicado en el que explica que "una de nuestros artistas más grandes y queridas se ha ido". Fredriksson llevaba casi dos décadas lidiando con problemas de salud, desde que en 2002 le fuera diagnosticado un tumor cerebral. En aquel momento se retiró de la música temporalmente, pero poco después comenzó a girar y a grabar discos de nuevo tanto en solitario como con Roxette, el grupo que le daría la fama. En 2016, sin embargo, los médicos le aconsejaron que abandonase las giras y se centrase en su salud, debido a las secuelas que acarreaba por los tratamientos a los que había sido sometida.
Marie Fredriksson y Per Gessle formaron Roxette en 1986 y no tardaron mucho en convertirse en la banda de pop sueca más célebre desde ABBA. Lo consiguieron con "Look Sharp!" (EMI, 88), su segundo álbum, que incluía singles como "The Look" , "Listen to Your Heart", "Dangerous" y "Dressed for Success". Tanto "Look Sharp!" como "Joyride" (EMI, 91) fueron éxitos a nivel internacional, y gracias a ellos llegaron a ser la primera banda de habla no inglesa en grabar un MTV Unplugged. Su popularidad se mantuvo, de hecho, hasta la entrada del siglo XXI.
En 2015 había visto la luz la autobiografía de Fredriksson, "Listen To My Heart", publicada este verano en castellano por La Cúpula. En ella hablaba de su experiencia en la industria musical, su infancia, marcada por la muerte de su hermana mayor, o la lucha contra el cáncer que finalmente ha acabado con ella. Per Gessle le daba las gracias hoy, en una nota de despedida, por "pintar de los colores más bellos mis canciones en blanco y negro", y probablemente muchos de los que vivieron entre los ochenta y los noventa puedan agradecerle lo mismo.
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