Pienso que allá donde se encuentre, estará buscando conciertos y seguro que otra vez la agenda se le queda pequeña. Lo mismo consigue ver de una vez a Bowie, una de las poquísimas cosas que le quedaron pendientes de hacer. Parece una broma tan negra que debería haber sido idea mía en lugar de suya, pero estoy orgulloso de que se haya ido a lo grande: como a ella le ha dado la gana y no como pronosticaban los médicos. Si estuviera aquí, me llamaría por teléfono y me diría que a cabezota no le gana nadie, que parece mentira que no lo supiese después de tantos años y que no me hiciera el listo.
Lo que más me molesta es que no le voy a poder mandar este texto para que se ría de mí por ñoño, pero siempre me quedarán todas las canciones que en el fondo le gustaban y que era demasiado punk para reconocer que le hacían gracia. También pensaba que Pet Sounds estaba sobrevalorado, lo que demuestra que todos somos humanos y nos equivocamos a veces. Ella también. Sus crónicas de conciertos eran de una precisión quirúrgica, siempre quería llegar mucho antes de que empezaran los bolos para coger sitio y tomar notas en una de las múltiples libretitas en las que siempre lo apuntaba todo. Durante muchos años jugamos a ver quién escribía la frase más larga y con menos comas. Pocas veces consiguió ganarme, pero tengo que reconocer y agradecer que sus entrevistas eran mucho más interesantes que las mías. Durante muchos años fue colaboradora de esta casa, y también de otras muchas: Rockdelux, SalirSalir, lanetro.com entre otras. En los últimos años, gestionó las redes sociales de la Sala El Sol (casi su segunda casa) y los conciertos de Joy Eslava, además de crear contenidos para Son Estrella Galicia. Hoy no es día para rivalidades; un fuerte abrazo a todos y gracias por habernos permitido leerla.
Nada puede aliviar estos días el dolor de sus amigos, tan solo las canciones que nos recuerdan a ella, los cientos de conciertos a los que hemos ido juntos y las miles de horas que hemos pasado hablando de música. María amaba por encima de todo a Springsteen y The Cure. En sus próximos conciertos ya buscaremos la forma de hacerle llegar nuestras crónicas y nuestras fotos. En mi cabeza suena A Forest en bucle, una de sus canciones preferidas; y es suficientemente larga para que le dé tiempo a llegar al cielo. O a donde quiera, eso lo decidirá ella. Como siempre.
María Baigorri falleció en Madrid el pasado miércoles 29 de enero a los 46 años de edad. Sus compañeros de la redacción de Mondosonoro, amigos y familiares ruegan una canción por su alma.
Always love