Los mejores discos nacionales de 2011

Última entrega de nuestra lista con lo mejor que nos ha deparado este 2011 en nuestro país. ¡Ah! y recuerda que tendremos a los vencedores, El Columpio Asesino, en nuestras fiestas demoscópicas de Barcelona y Madrid totalmente gratis.

9.- LA CASA AZUL, “La Polinesia Meridional”

“La Polinesia Meridional” es una absoluta explosión de colores, viajes en el tiempo y canciones grandes como la Torre Eiffel, donde el barcelonés vuelve a dar rienda suelta a su megalomanía pop bien entendida, esa suerte de pop galáctico ejecutado con la velocidad de un cohete

8.- LISABÖ, “Animalia Lotsatuen Putzua”

Armados de nuevo con la prosa de Martxel Mariskal, a caballo entre la escritura automática y la poesía avantgarde, los de Irún gritan como si no hubiera nadie en varias millas a la redonda y ahogan los instrumentos hasta dejarlos exhaustos. Su mejor disco hasta la fecha.

7.-  THE NEW RAEMON, “Libre asociación”
Uno podría pensar que, por sonar más oscuro y denso, “Libre asociación” es más sanador que sus predecesores, pero no tiene por qué ser así. The New Raemon protagoniza un ejercicio instrospectivo más clarificador que otra cosa, y lo hace con unas herramientas que nos recuerdan a Madee.

6.- NUDOZURDO, “Tara Motor Hembra”

En “Tara Motor Hembra” no solo consolidan su identidad, sino que además se atreven a renovar las tuercas insertando a su atormentada existencia unas dosis de pedal, reverberaciones y guitarras psicotrópicas nunca vistas en ellos antes, volviendo a embellecer la oscuridad como nadie.

5.- MANOS DE TOPO, “Escapar con el anticiclón... y volver con la boca roja”

Manos de Topo llevaban un tiempo advirtiéndonos de que, en su tercer disco, habría cambios, algo lógico y necesario para un grupo como ellos, que odiaría ser como los demás. El espíritu se mantiene aunque las formas hayan cambiado a mejor, a bastante mejor.

4.- ANTÒNIA FONT, “Lamparetes"

En “Lamparetes”, su obra más rotunda desde “Taxi” (Blau/Discmedi, 04), el grupo parece haber abordado la vuelta al trabajo con una redoblada libertad, dándose el gusto de no dosificar sus excentricidades, a la vez que Joan Miquel Oliver ha optado por una forma más lineal de contar historias.

3.- BIGOTT, “The Orinal Soundtrack”

Quinto disco que sigue la senda trazada en el anterior, ampliando la paleta de la variedad y el descaro. Apelativo este último indisociable al personaje creador que, con su mente pentapolar, es capaz de trazar melodías de esas que se quedan instaladas con facilidad en la mente del oyente.

2.- MANEL, “10 milles per veure una bona armadura”

Su folk pop amable, su imagen y su dicción de buenos chicos, sus canciones empapadas de costumbrismo y sobre todo su forma de combinar la herencia anglosajona con la tradición catalana, supone un hito deslumbrante, erigiéndoles en la cabeza visible de toda una nueva escena catalana.

1.- EL COLUMPIO ASESINO, “Diamantes”

¿Se han domesticado El Columpio Asesino? Podría parecerlo tras una escucha superficial en la que sobresaldría su producción, más limpia que nunca. Pero no nos llamemos a engaño. Ritmos kraut, ecos a Suicide, guitarrazos desquiciados de la escuela Joey Santiago, speed, mucho speed, y Berlín todavía hoy como icono de lo decadente y lo noctámbulo.