Si la semana pasada decíamos que la victoria de Sampha en el Mercury Prize británico era una ligera sorpresa, lo de Lido Pimienta en su equivaliente canadiense ha sido sorpresa completa. Aunque, al igual que en el caso de Sampha, pese a no estar entre los favoritos -en esa categoría entraban los últimos trabajos de Feist, Leonard Cohen, Tanya Tagaq o BadBadNotGood- era una decisión coherente.
La canadiense de origen colombiano pareció haber desaparecido del mapa durante años, años de silencio discográfico -aunque iba cayendo alguna que otra colaboración- que rebajaron la expectación que había despertado con su debut, "Color" (Ku De Ta Records, 10). Pero su vuelta no ha pasado desapercibida, al menos para la crítica musical norteamericana. "La Papessa" supera en todo a su anterior trabajo, insiste en la mezcla entre pop electrónico y música tradicional colombiana y, sobre todo, no peca de tibieza en su discurso: sus canciones contienen ataques al patriarcado, la heteronormatividad y el racismo, y su discurso de aceptación no lo fue menos. Dedicó el premio a su hermano, fallecido en 2013, y añadió: "espero que el especimen ario que me dijo que volviera a mi país a las dos semanas de llegar a London (Ontario, Canadá) esté viendo esto".
El anterior ganador del Polaris Music Prize había sido Kaytranada, gracias a su disco “99%” (XL Recordings, 16).
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