El legado póstumo de Roberto C. Meyer

Casi un año después de su fallecimiento, el sello El Nébula Recordings, creado por amigos de Roberto C. Meyer expresamente para la ocasión, publica “Shelter from the Dark”, un doble vinilo que recoge sus últimas grabaciones. El álbum, de lujosa edición, deja patente la amplia y exquisita gama estilística que manejaba su creador. Una disco que, en palabras de Jaime Cristóbal, su amigo y más estrecho colaborador, “concluye la obra de Roberto de una forma abrupta, pero hermosa. Un último plato amargo, pero exquisito”.

Existe otra Pamplona subterránea, alejada de los focos que iluminan el rock urbano de bandas célebres como Barricada o Marea. Una Pamplona musicalmente desconocida por el gran público, que coronó a Josetxo “Bicho” Ezponda como rey y que tuvo en la figura de Roberto C. Meyer a uno de sus principales valedores. Dicen quienes conocieron bien a este último que la suya no fue una vida fácil, y quizás por eso siempre buscó refugio en la música. Su primera banda, y a la postre la más importante de todas en las que estuvo, fue The Glitter Souls. Formada en 1992, tomaba el nombre de un disco de Gary Glitter y su estilo era definido por el propio Roberto como un country decadente y corrosivo, con letras sinceras, rotas, viscerales y poéticas. Por la formación de The Glitter Souls pasó gente como Germán Carrascosa, Jon Ulecia, Jaime Cristóbal o Patricia de La Fuente, que posteriormente serían indispensables para entender el underground pamplonica. Hank Williams, Johnny Cash, Robert Johnson, Lambchop, Einstürzende Neubauten, Nick Cave, Gallon Drunk, Cramps, Serge Gainsbourg y la música francesa, Ennio Morricone… Posiblemente sus influencias fuesen demasiado eclécticas para la época y finalmente el grupo se descompuso en el año 2000 tras haber publicado un álbum (“As cool as dammed”, 1999), y varios epés, dejando tras de sí el convencimiento de que no había alcanzado la repercusión que merecía. Pero la inquietud torrencial de Roberto no podía contenerse en una sola banda, y paralelamente había armado otros proyectos como Estrella Negra, The Foundation Restin’s Stones, The Bad Borns, Cool, The Beautiful Losers… O The Brillantina’s, con los que grabó dos discos y que fueron pioneros (junto a Los Coronas) en la recuperación de la música surf en España. Alejado de la actividad musical durante años, en los últimos tiempos había formado Alpha 60. Con dicha banda dejó registradas sus últimas grabaciones, que tuvieron lugar entre los años 2010 y 2014. Se trata de trece temas originales y siete versiones (de artistas tan dispares como Echo and the Bunymen, Pulp, Willy DeVille, Porter Wagoner…). Se conservan muchas otras grabaciones inéditas de Roberto que quizás vean la luz en el futuro. De momento, estas que ahora se publican constituyen su legado póstumo.

Fechas en las que la banda de Roberto, Alpha 60, interpretará sus canciones a modo de homenaje:

- Sábado 20 de mayo, 20:30h - Nebula Bar, Iruña-Pamplona
- Jueves 1 de junio, 20:15h - Izar & Star en Kutxa Beltza, Bilbao