Los conciertos los organiza un artista noruego que ha trabajado en varias ocasiones con Corea del Norte, Morten Traavik, quien preguntado al respecto por la BBC por la razón de ser del mismo manifestó: "Tanto el país como la banda han sido interpretados por algunos como parias fascistas. La verdad es que ambos son mal entendidos”. Traavik saltó al primer plano de la actualidad hace unos años al publicar un clip en el que una banda de acordeonistas de Corea del Norte interpretaban el famoso "Take On Me" de A-ha.
Precisamente ese es un punto de conexión con la obra de Laibach, cuyos temas más famosos no son tanto las composiciones propias como las versiones de temas populares -del "Sympathy For The Devil" al "The Final Countdown" de Europe- llevados a tratamientos de corte ultranacionalista. La banda eslovena siempre se ha movido en medio del escándalo, entre quienes les acusan de parafascistas y los que ven en su música y acciones una denuncia de los regímenes totalitarios.
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