Los fans de Billy Talent ya están relamiéndose con la gira (19 de enero en La Riviera de Madrid, 20 Razmatazz Barcelona) de presentación de “Dead Silence”, un disco que, ojo, la crítica ha recibido con cuasiunánime aplauso. “Estamos pletóricos de alegría”, asegura al teléfono el vocalista Benjamin Kowalewicz. “Es genial que la mayoría opine que en nuestro cuarto disco hemos mejorado, en lugar de ir a peor (risas). Hemos entrado en terrenos que a priori podrían sernos incómodos, para plantearnos retos, sentirnos desafiados. Pero ha habido una buen karma cósmico que ha impregnado este álbum, todo a su alrededor ha funcionado a las mil maravillas”. Una de esas cosas que ha funcionado tan bien, y puede que la más importante, ha sido la producción de Ian D’sa, su guitarrista. “Es uno de los grandes descubrimientos de este disco. Es nuestro motor creativo y se ha convertido en un as en el estudio, así que parecía la mejor opción. Ha trabajado durísimo, nadie podría haber estado así de motivado. Hemos tenido a grandes productores como Brendan O’Brien, pero creo que ya no necesitaremos una opinión externa nunca más”. Han editado el disco con Warner, tras una salida de Atlantic poco amistosa. “Es que una discográfica de mierda. Casi todas las personas que conocimos allí han sido despedidas. Están preocupados por el hip-hop y el pop. Atlantic ha perdido la pasión por el rock”, explica Kowalewicz. Con el tema business arreglado, Billy Talent es ahora otra de las muchas bandas canadienses en racha. De hecho, son tantas, que surge la pregunta: ¿Se han visto superado los Estados Unidos por su vecino norteño? “¡Definitivamente! –exclama Kowalewicz-. En todo el país tenemos una población equivalente a la de ciudades de California, así que en proporción diría que en la última década, les hemos arrasado. Tenemos a Metz, Metric, Arcade Fire, Broken Social Scene… ¡Joder, hasta el artista de más éxito, Bieber, es canadiense!”.
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