Se trata de un programa radiofónico digital o podcast de varias horas en KCRW. Rollins ya tiene otro programa con la cadena, así que propone un programa cada dos semanas aproximadamente. El primer programa llegó el día 7 de abril, con una segunda entrega el pasado martes.
El primer programa empezó fuerte, con una presentación de Rollins explicando el programa y pinchando "Harder Than You Think" de Public Enemy como primer tema. "¿Por qué empezamos 'The Cool Quarantine?' Dos razones. La primera es que quería hacer un programa que se pareciera a esas quedadas en las que tú y tus amigos os dejabáis caer por casa de alguien con algo de música y dejabáis que la jam session se alargara. También sabemos que estáis pasando ratos largos en vuestros hogares, así que quería hacer un programa que se adaptara [a la situación]" explica el músico en la página de la emisora.
El programa es, por lo tanto, principalmente musical. Pero los programas son muy largos (de momento, cuatro y tres horas respectivamente), así que dan para muchos especiales y anécdotas de fondo. Entre ellas la primera cinta que copió Rollins: una grabación de The Cramps perteneciente a Ian Mackaye, compañero de muchas aventuras de Henry Rollins. Por cierto, es un momentazo para escucharlo, justo cuando Fugazi cumplen treinta años desde "Repeater". Y si todavía tienes mono de punk de Washington D.C., Rollins dedica mucho tiempo a hablar de grupos de su generación como Minor Threat, S.O.A o Bad Brains con algún temazo de los primeros. Bad Brains, sin embargo, se llevan todavía más atención en la segunda entrega del programa.
Quien fuera líder de Black Flag y Henry Rollins Band te anima a escuchar el programa a tu ritmo, pausando y volviendo para matar el aburrimiento. Las historias van más allá del punk y el hardcore, con el amplio repertorio del presentador y DJ –tanto musical como vital– recorriendo una gran variedad de estilos.
¡Os dejamos con las dos primeras entregas aquí mismo! Os avisamos de que la segunda tiene una extraña intro cantada por Rollins, pero cuando termina de cantar empieza a merecer la pena.
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