Será ya su 16ª edición y en estos años se ha convertido en un evento de referencia en el contexto nacional e internacional. Quizás por ello ha recibido numerosos premios en diferentes ámbitos. Desde sus inicios su principal compromiso ha sido divulgar la interculturalidad, motivar la unión de los pueblos y promover la tolerancia.
Uno de sus elementos diferenciadores es que se desarrolla en el casco medieval de la ciudad, repleto de estrechas y onduladas calles y de pequeñas plazas, en las que se crea un ambiente único donde los olores, colores y sabores se mezclan. Y esto no es una licencia poética, sino una certeza, ya que la entrada al festival y a la antigua ciudad, se hace por el bonito Mercado Municipal que data del 1908 y donde los adornados puestos de venta de todo tipo de alimentación, están abiertos hasta altas horas.
Este año el festival dispondrá de cuatro escenarios principales y seis más distribuidos por el casco medieval, algunos situados en sitios sorprendentes como dentro de claustros de casas o en la misma iglesia. Serán más de 80 horas de música y pasaran por la ciudad 280 músicos de 22 países. Pero también habrá múltiples manifestaciones culturales relacionadas con las artes plásticas, la poesía, animación de calle, gastronomía, artesanía, danza, cine y teatro.
Dentro de la programación musical destacaríamos la samba-rap de Marcelo D2 y la psicodelia punk rock latina de Francisco, El Hombre, ambas bandas procedentes de Brasil. El reggae humeante de los italianos Mellow Mood. Los sorprendentes The Turbans, con músicos de seis países y su imposible mezcla de gipsy, klezmer, sufí, flamenco, gnawa, chaabi o ragas (esto sí son “músicas del mundo”). El rock-blues tuareg de Kel Assouf desde Níger y Bélgica. El afro-jazz-soul progresivo de la mozambiqueña Selma Uamusse. El poderoso voodo blues rock de la haitiana Moonlight Benjamin. El indie-mambo de Orkesta Mendoza (EEUU / México). Desde Trinidad y Tobago el spoken funk jazz del poeta, novelista y músico Anthony Joseph. El afropunk futurista de la pareja franco-congoleña Tshegue. La psicodelia turca de los ya clásicos Baba Zula. El mestizaje latino de los mexicanos Los de Abajo. Las rítmicas músicas tradicionales de Os Tubarões de Cabo Verde. El etno-jazz del maestro del oud Dhafer Youssef desde Túnez. Y como representación nacional ahí estará Marinah.
De Portugal, como es lógico, una amplia, variada e interesante muestra de las diferentes propuestas musicales de calidad del panorama actual de nuestro país vecino. Entre todas ellas nombramos solo algunas y que integra tanto a artistas consagrados como nuevas propuestas: Júlio Pereira (folk), Camané & Mário Laginha (fado), Luís Galrito (cantautor, música popular portuguesa), Gato Preto (afrofuturismo), Márcia (cantautora de encantadora voz), Dino D’Santiago (nu soul-folk), Dead Combo (folk-rock-fado), Omiri (electrónica-folk), Cais Do Sodré Funk Connection (soul-funk de orquesta), Dj Riot de Buraka Som Sistema (world grooves), Diabo Na Cruz (rock-folk), Dobro Sound System (balkan fusion) o Gisela João (fado).
Ante el aluvión de festivales de verano es conveniente elegir y elegir bien. Si os gustan de las músicas del mundo, este es su festival imprescindible.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.