Según se ha confirmado, Javier Fernández padecía un trastorno bipolar desde hace años y su psiquiatra le había retirado la medicación recientemente, una situación que acabó culminando en tragedia ayer. Según la versión de los guardias civiles y algunos vecinos, todo comenzó cuando la Guardia Civil fue alertada de una agresión del batería a su mujer, que consiguió huir y pedir ayuda a una vecina. Cuando los agentes llegaron al domicilio encontraron al músico amenazando a los que se encontraban allí, entre los que se estaba el bebé de la pareja.
Después de conseguir poner al bebé a salvo y producirse un acercamiento por parte de los guardias civiles, el ex-batería de Los Piratas habría atacado a uno de los agentes con un cuchillo de cocina, lo que provocó que el otro agente realizara un disparo que le atravesó el abdomen y que causaría su muerte poco después.
A pesar de los hechos, compañeros de profesión, conocidos del músico y la propia pareja niegan que fuera un caso de violencia machista e incluso que hubiera ningún tipo de agresión por parte de Fernández, aunque es comprensible que en un principio se apuntara en otra dirección teniendo en cuenta que este episodio llega en un verano especialmente negro, marcado por el asesinato de 34 mujeres entre junio y agosto y la falta de prevención por parte de las instituciones.
Este es el comunicado íntegro de Andrea Montes:
“Soy la mujer de Javier, Hal 9000 batería de Los Piratas. No voy a permitir que se manipule la información sobre lo ocurrido. Hal era la persona más cariñosa del mundo. Nos amaba con todo su corazón al bebé y a mí. Jamás fue un maltratador. Eramos completamente felices. Todos sus amigos y familia saben que era una persona llena de amor. Todos saben cómo se desvivía por nosotros. Hal es una víctima. Primero víctima de un trastorno bipolar que estaba perfectamente controlado desde hace 10 años hasta que su psiquiatra tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento a pesar de que la familia le pedimos en dos ocasiones que no lo hiciese, ya que, el complicado nacimiento del bebé le había afectado. Fueron momentos de mucha tensión. Incluso él fue conmigo al psiquiatra a comentarle que se encontraba nervioso. Hal no agredió a ningún agente, hubo tensión pero no agresión. Fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final. Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre. Yo sé lo que nos querías. Te quiero y siempre te querré”.
Javier Fernández era conocido como músico no solo por su etapa en Los Piratas, sino también por haber trabajado como batería para multitud de grupos como Amaral, Bunbury o El Canto del Loco.
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