Pero dejemos que sea nuestro colaborador Luis M. Maínez quien nos descubra más sobre la canción. Cuando conocí a Maximiliano Calvo, estaba en una fiesta cercana a la redacción de Mondo Sonoro en Madrid, una noche de primavera, hace ahora un año. Venía de publicar "El lío de Maximiliano", su anterior EP, hacía apenas unas semanas y, como ahora, la línea que diferencia entre la persona y el personaje se había difuminado hasta convertirse en una anécdota más de la noche.
Maximiliano me agarró de los hombros y me habló de sus proyectos, me habló de la importancia de la crítica musical a día de hoy, del papel que juegan medios como Mondo Sonoro y de los problemas de que desapareciera esta forma nuestra de entender la música.
Tras esa noche he vuelto a ver a Maximiliano varias veces. En la última ocasión me habló de una canción que tenía entre manos, con su maestro y amigo Antonio Carmona, que le acogió al llegar a Madrid con una mano delante y una guitarra detrás. Esa canción es "Nunca me despedí’, y creo que hace honor a la trayectoria y a la personalidad de Maximiliano Calvo. A sus filias y a sus héroes, a Andrés Calamaro y a los propios Carmona. A un mundo que queda al filo de no existir, en un momento al filo del verano, llega "Nunca me despedí", para recordarnos que el rock y la rumba, la guitarra y la lírica, siempre tienen un lugar de privilegio en la música en español. Antonio Carmona, en presencia y en arte, termina de redondear una canción cuyo videoclip estrenamos hoy en Mondo Sonoro. Que la disfruten".
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