Zutoia, José Carlos y Manel son Muerte Y Destrucción, un trío madrileño que en los últimos cuatros años han paseado sus canciones por prácticamente todas las salas de conciertos de pequeño aforo de la ciudad (muy especialmente en La Faena II, donde tienen su segunda casa) y por buena parte de la geografía española, en una gira reciente de la mano de Buenaesperanza.
En 2010 publicaron su primer disco, el autoeditado "La casa de fieras", que ya dejaba bien a las claras su amor por el abrasivo rock de guitarras característico que sonaba en las College Radios en los noventa: Superchunk, Jawbox, Unwound,... Ahora vuelven con un miniLP que podrás escuchar en exclusiva durante esta semana en la web de MondoSonoro.
Se llama "Cartago", está compuesto por siete canciones grabadas y masterizadas por Javier Ortiz en Estudio Brazil, compuestas e interpretadas por el grupo con la colaboración especial de Jerónimo Martin de Buenaesperanza que toca la guitarra en "Darse por muerto". La ilustración y el diseño corresponden a Ricardo Cavolo.
Pero lo mejor es que sea el propio grupo el que nos explique todo lo relativo al disco en estos comentarios canción por canción a los que siguen la escucha en exclusiva.
1. "Darse por muerto"
Darse por muerto es una opción disponible para aquellos que necesitan rendirse ante la imposibilidad de seguir adelante, pero quieren seguir viviendo. Es rendirse de alguna forma, pero no morirse. En ocasiones puede ser una buena opción para salir corriendo, muy rápido, hacia adelante, escapar un poco con la duda de que no se han utilizado todos los recursos disponibles, pero al fin y al cabo, escapar.
La canción mantiene una intensidad constante a través del volumen y de acordes repetitivos.
La idea era meter guitarras en la escuela de At The Drive In o Hot Snakes y en eso contribuyó nuestro amigo Jerónimo Martín que toca una guitarra que nos flipa absolutamente: ¡gracias, Jero!
2. "Buenaesperanza"
Esta canción creció a partir de un riff muy sencillo de guitarra y una frase de batería contundente y muy definida, que seguía a la guitarra.
Es curioso, pero en el grupo una canción puede construirse a partir de cualquier instrumento, porque los tres nos inspiramos.
La melodía de voz es de nuestras favoritas.
Aquí no podemos disimular ecos a Sunny Day Real Estate, The New Year o incluso grupos más slowcore que nos encantan.
La canción intenta autoconvencerse a sí misma de que existen cosas que no se superan nunca y que quizá no hay nada de insano en esto. El tiempo nos puede dar otras nuevas experiencias o formas de contemplar lo que en sí mismo haya podido ser doloroso, aportando cosas distintas y buenas. Además, el título saluda a nuestros amigos del grupo Buena Esperanza.
3. "La isla de los conejos"
Ésta es una de nuestras favoritas y la canción con la que solemos abrir últimamente los conciertos. Tiene mucha intensidad, especialmente en una parte central instrumental con crescendo que nos recordaba un poco a Mogwai.
Esta canción habla sobre las escapadas mentales que todos hacemos en períodos de tranquilidad y de todo lo que uno puede llegar a distorsionar su realidad más cercana.
En principio, cuando no tenía letra se llamaba Isla Elefante en honor a la heroica expedición de Shackleton al Polo Sur, aunque cuando la letra fue escrita cambiamos "Isla Elefante" por "La Isla de los conejos" (Suances, Cantabria) porque tenía connotaciones más personales.
4. "Campamento Paciencia 1916"
Esta canción es junto a "Contabilidad de costes" una de las pocas que siguen una estructura clásica de estrofa-estribillo-estrofa-estribillo-final.
Probablemente sea la única que se empezó a componer partiendo de una línea de bajo, luego JC añadió una batería brutal, y Manel una guitarra muy circular, más limpia de lo habitual.
Ahora que estamos en mayo pega decir que la letra es nuestro espíritu 15-M particular, pero obviamente podríamos haber escrito esa letra hace cinco años. El título en esta ocasión si estuvo inspirado por la expedición al Polo Sur, de ahí el nombre de la canción.
5. "Ponme una demanda"
Esta fue la primera canción que compusimos para este disco, y también la primera canción que compusimos como grupo con JC.
Es un buen reflejo de todo lo que venía después, se aprecia el cambio de mentalidad y composición: empezamos a apoyarnos totalmente en las bases de la batería y eso nos da más libertad.
Las guitarras de Manel empiezan a sonar más directas y los bajos empiezan a sonar más contundentes.
La letra directamente se mete con un compañero de trabajo. ¡Cosas que pasan!
6. "Contabilidad de costes"
En esta canción todavía se respira algo del espíritu del primer álbum en la composición.
Tiene unas guitarras muy indies pero en esta ocasión la batería de JC permite que cambiemos la dinámica en el estribillo con un bajo distorsionado cogiendo todo el protagonismo y que metamos una línea de ruido con precisión matemática antes del final de la canción. Con estos elementos la canción se desmarca completamente del primer disco. Quizás sea el corte más pop del disco.
La letra y el título hacen alusión a un supuesto balance financiero llevado a lo personal, con pérdidas y ganancias...
7. "El corazón de las tinieblas"
Es la primera canción instrumental que hemos hecho.
Precisamente el nombre está cogido de la novela de Conrad, porque la música refleja de alguna forma una travesía por un personal río Congo.
Musicalmente es una canción con subidas y bajadas al estilo postrock pero llevado nuestro a terreno.
Nos pegaba que la canción tuviera un diálogo o una voz en off y así incluimos un diálogo de "Apocalipsis Now" precisamente.
Es la canción favorita de Ricardo Cavolo, el diseñador del disco.
molando!