Esta vez traen un corte sombrío plagado de simbologías y misticismo apoyado en un afilado ritmo tropical, recordando que en la crudeza de las formas se puede encontrar el funk más festivo.
Grabado durante la pandemia por Truman Fernández (Garbí), han contado con la colaboración del artista callejero Disneylexya, que ha sido el encargado de dar vida y color a la criatura de la portada que ilustra este sencillo.
Este tema viene además acompañado de la producción audiovisual de A Nice Studio, un colectivo creativo de València formado por freelancers de las artes visuales y sonoras.
El videoclip trata sobre la sexualidad oprimida y la idealización de lo puro y casto. El protagonista es un fotógrafo cansado de retratar la inocencia y la virginidad idílica a la que se siente atado por la educación que ha recibido, hasta que descubre a una chica salvaje que le demuestra que la pasión es parte del amor. Aunque a veces duela, como las espinas, la sensación es tan gratificante y libre que vale la pena vivirlo.
Entre religiosidad y emociones Color Sound se comprometen en este tributo a lo visceral a aportar una nota de color frente a la indiferencia.
Tiempos oscuros que dan lugar a oscuras escenas, pero siempre queda un hueco para un último baile.
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