Nos fijamos en Cohete por vez primera allá por 2006, cuando nos acercaron a la redacción de MondoSonoro en Madrid una copia de "Simulacro", colección de cuatro canciones de las que nos enamoramos inmediatamente y que fue la excusa perfecta para llamarles a tocar a una de nuestras Fiestas Demoscópicas, con Standstill dándoles la alternativa. Ya por entonces estaba claro que Enrique, Ramiro, Rodrigo y Urs eran un grupo de largo recorrido que se tomaban con calma cada nuevo paso.
El siguiente no llegó hasta tres años más tarde: el homónimo "Cohete" fue su primer disco y un trabajo -autoeditado, como todo lo suyo- que abrió nuevos horizontes para la banda, acompañados en directo de una alucinante sección de vientos.
Prácticamente en silencio desde entonces (hace unos meses dieron señales de actividad para regalar un tema a Fundación Robo) ahora llega, cuatro años más tarde, este "Hurra". 13 canciones que terminan de concretar el sonido Cohete y que te describen y explican los compositores de cada tema a continuación, bajo el player del disco.
1.- "A gogó"
Enrique: Nació de una guitarra encordada tipo Nashville High Strung y con la mente puesta en el sonido y los ritmos de la Motown de los 60, pero resulta que varias personas nos dicen que suena a Madness. Tiene un ritmo con bombos a la contra, un bajo que lucha con la batería y otras dos guitarras, más las voces y los vientos. Hay una frase en pseudochino para aumentar la tensión del puente. El registro de voz es muy amplio y llega a la nota más alta que puedo cantar sin falsete. La letra trata de dar un posible significado al título, que vino antes que nada.
2.- "Cumpleaños"
Enrique: Habla de la extraña excitación que se tiene en algunos aniversarios, tanto en edad adulta como cuando se es un niño. La música era alegre y necesitaba una letra alegre. Las armonías de voz le dan gracia y los sintes hacen la parte que no pudimos grabar con vientos. De nuevo hay un ritmo machacón como conductor. Recuerdo que ésta es la primera de 5 o 6 tomas.
3.- "100 ciclistas"
Urs: Está inspirada en una manifestación de ciclistas desnudos que pasó por delante de mi casa. Conté las nalgas, las dividí entre dos y el resultado no era exactamente cien, pero "100" queda bien. Trata del pasotismo y de lo fácil que nos lo ponemos algunos a veces cuando nos reímos por lo bajo de la gente comprometida con la causa que sea. Tiene algún acorde raro, cuerdas y vientos a tutti, coros castratti y un par de flautas de plástico en medio.
4.- "Un sabor diferente"
Enrique: Tiene un ritmo que sólo los latinos hacen con naturalidad, por lo que nosotros hemos tenido que sudar para tocarla a gusto. Habla de lo estúpida que es a veces la gastronomía. El puente tiene una sucesión de intervenciones y respuestas entre cuerda, vientos y guitarras que queda chula. Cantan Ana y Miriam en los estribillos.
5.-"Contando estrellas"
Enrique: Habla de lo difícil que es hoy día ver un cielo estrellado y hay que proponérselo seriamente si se quiere disfrutar uno. La música es muy sesentera, en especial el puente, que me recuerda a los primeros Zombies. En él hay un banjo de Pablo Cobollo, que se junta con cuerdas, muchos coros y una pandereta de juguete porque no había otra a mano.
6.- "Menudo par"
Enrique: Habla de la vida con niños, en concreto con dos de ellos. Es un riff donde las guitarra rítmica y más repetitiva se entrelaza con la de Urs, que va dibujando por libre. Muy a la par en los versos van la voz y el bajo, seguido de un estribillo sencillo y un puente que da la vuelta a la canción para volver al estribillo. La melodía del steeldrum me recuerda en cierto sentido a Boney M.
7.- "Qué querrás decir"
Enrique: Es una canción que trata de la incomunicación en cualquier relación medianamente estrecha, del tipo que sea. Es algo que acaba sucediendo siempre. Otra canción que nació de una guitarra acústica Nashville, adornada con otras dos guitarras eléctricas, base rítmica y una sección de vientos en el estribillo. Quise cantar de manera muy solemne, pensando en Cash y esa voz grave que le da tanta a seriedad a lo que sea que diga.
8.- "Un niño más"
Urs: es el monólogo de un padre ambicioso. La canción trata de esos chavales que tienen una agenda como un manager y muy poco tiempo libre para jugar y hacer el mongol. Hay percusión de chatarra según el método "coge todos los trastos que tengas a mano" ... y quítalo luego casi todo en la mezcla por presión social interna. También coros con golpes al pecho - es un truco robado a Hugo de Margarita y da un efecto muy molón. De nuevo tenemos a Ana y Míriam haciendo coros.
9.- "Día de playa"
Rodrigo: Surgió acústica en mano bajo los efectos de las canciones que Harrison compuso en la última etapa Beatles y con "Neighbours" de los Stones como referente narrativo. Cuenta el ajetreo de una familia de profesionales de la excursión que, con la casa a cuestas, se prepara para pasar un gran día de playa. Ya en el estudio, la consigna fue que la batería, las guitarras rítmicas de Enrique y el bajo se fueran entrelazando hasta crear una especie de muro saltarín que sirviera de base a las voces, a los coros y a la Guild de caja de Urs que, pasada por la reverb, cobra cierta distancia y da la nota armónica.
10.- "Ansia eterna…"
Enrique: Así es como muchos nos sentimos con ciertos ingredientes. El no poder parar de consumirlos, hasta llegar a lo surrealista en algunos casos. Es difícil de cantar por las frases largas y graves. El puente es de corta y pega. Dos piezas bien distintas unidas de manera bastante artificial. Tiene alguna cuerda al final, baterías dobladas y hasta cinco voces.
11.- "Vampiro"
Urs: Era un regalo de cumpleaños para Rami que luego reciclamos cambiándole la letra y la estructura. La parte chachachá se añadió más tarde y se suponía que tenía que sonar como marcial e industrial, todo lo contrario de un chachachá. Finalmente no suena así en absoluto... La letra iba a ir de la muerte, en plan metáfora barata (Vampiro = Muerte) pero ahora me parece que va más de viejos verdes y bailes sensuales en el cementerio. Empieza bastante country, tiene dos (!) punteos y termina con unas flautas muy Kevin Ayers.
12.- "A patadas"
Enrique: Es una canción bien sencilla con cierta reminiscencia de blues pero arreglada a nuestra manera, con una Lap Steel de Urs haciendo locuras, baterías dobladas y ruido de fondo de viento y timbres de puerta. La letra es igualmente bluesera. El puente tiene otro estilo, algo más psicodélico, y acaba enlazando bien con el desarrollo.
13.- "Capitán"
Enrique: Nos hundimos es una canción instrumental que surge en la cabeza al escuchar el timbre de un ascensor que llega al piso de destino (ding dang dong). El puente es algo dramático y de ahí el título, que evoca la serenidad que se puede llegar a tener al aceptar un final fatal, que después de todo no es tan malo, y al final lo bueno y alegre se queda flotando en el ambiente.
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