A inicios del año 1998, Manolo García y Quimi Portet decidieron bajar el telón de la carrera de la que había sido una de las bandas más importantes de nuestro país, El Último de la Fila. Cada uno emprendería su propia carrera en solitario aunque la amistad se mantuviese. Habían sido muchos años juntos y muy intensos. Posteriormente, habría reuniones esporádicas, pero parece que esta vez la cosa va más en serio.
El Último de la Fila, una formación que combinó pop, rock y espíritu flamenco y árabe, revolucionó el sonido del pop de su momento, consiguiendo llegar a la cumbre de la escena durante un total de trece años de carrera y siete álbumes. Su influencia ha sido reivindicada por artistas de todo tipo, desde España y también desde el otro lado del Atlántico. Entre sus seguidores están artistas tan variopintos como El Último Vecino o Joe Crepúsculo, por citar dos de los habituales en nuestro medio.
A lo largo de todos estos años desde su separación solamente hubo reuniones esporádicas, pero ahora nos sorprenden con "Desbarajuste piramidal", un doble álbum con veinticuatro nuevas versiones de sus grandes canciones que verá la luz el 1 de diciembre en una caja de tres vinilos y dos discos compactos o solamente en versión sencilla con los dos compactos. Otro tema destacable es que Manolo y Quimi se han encargado de tocar todos los instrumentos que escuchamos en el disco.
El grupo, que no se olvida de su legión de seguidores, premiará a los fans más incondicionales que reserven a partir del 22 de septiembre este nuevo trabajo con una foto firmada de puño y letra por ambos. Puedes reservarlo en este mismo link.
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