“Mi experiencia con Girls ha sido genial, pero quería tener más libertad, tocar diferentes estilos de música, grabar todos los álbumes que ya he escrito en los últimos dos años. Quería que Girls durará mucho tiempo, como unos diez años o más, pero necesitaba que más gente se involucrara en la banda y se convirtiera en parte importante de ella, que tocáramos juntos, que escribiéramos juntos las canciones, que grabáramos juntos… y eso nunca pasó”. Vamos, que la vida en carretera no es fácil. “Es difícil para los fans porque solo ven un buen concierto y no entienden que la banda está pasando por malos momentos, que la gente que graba el disco no va de gira; los músicos de la gira no se sienten parte del grupo; y con el paso de los años más que una banda que camina junta, sentía que cabalgaba solo. Componía y escribía todas las canciones, y ahora quería empezar en solitario de verdad. Y así es como quiero trabajar ahora. Estoy muy feliz con todo lo que hicimos con Girls y sigo siendo amigo de todos lo que estuvieron en el grupo”. Así de claro deja zanjado el asunto del final de Girls Christopher Owens cuando es cuestionado por la pregunta del millón: su decisión de abandonar la banda de San Francisco cuando esta se encontraba en el momento más dulce a nivel de crítica y público. Pero al emotivo rubito lo tenemos de vuelta con un excelente disco en solitario que bajo el nombre de “Lysandre”, describe con canciones de pop bonitas el fugaz romance que vivió con una chica francesa durante la primera gira de Girls. “Lysandre es una chica que conocí en esa gira en el sur de Francia. Tuvimos una historia de amor, que solo duró unos días, pero muy romántica. Fue breve, pero muy bonita”.
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