Las hermanas Amparo y Cristina Llanos crearon Dover allá por 1992, influenciadas por grupos como Nirvana, R.E.M y otros tantos que tenían sus raíces en el rock indendpiente estadounidense de los 80. Su primer álbum "Sister" (Everlasting/Caroline, 95) pasó inadvertido, pero su segundo trabajo "Devil Came To Me"(Subterfuge, 97) llegó a ser cuatro veces platino, las catapultó a la fama y llevó hits como "Devil Came To Me" o "Serenade" fuera de nuestras fronteras. Un fenómeno inédito en tiempos en los que estar en una discográfica independiente iba irremediablemente asociado a ser un artista pequeño.
Casi diez años después, en 2006, cambiaron completamente de rumbo y sustituyeron el rock por el electro pop y la bola de espejos. Un giro que decepcionó a gran parte de los seguidores enamorados de su sonido más alternativo, pero que cautivó a una nueva oleada de fans con temas como "Let Me Out". Sin embargo el trabajo que le sucedió, “I Ka Kené” (Sony, 11), no pareció contentar ni a unos ni a otros. La vuelta al rock se veía a la vez necesaria e improbable, hasta que el año pasado la hicieron realidad con "Complications"(Sony, 15). Aún así parece que el grupo no terminaba de sentirse cómodo y finalmente han decidido ponerle fin.
Tal y comentaba en el programa de Radio 3 Discogrande Amparo Llanos ha iniciado un nuevo proyecto con Samuel Titos (bajista de Dover). El nuevo grupo se llama New Day y está más influido por el folk y el sonido de Paul McCartney. El batería del grupo, Jesus Antúnez, se dedicará a su proyecto de DJ, y parece que Cristina de momento sólo quiere descansar.
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