Cuando aquel local del número 6 de la calle de Nuestra Señora de Gracia de Valencia comenzó a poblarse de vinilos de todas las épocas, el país atravesaba momentos tan convulsos como ilusionantes. A finales de 1978, España vivía sumida en una transición que rebosaba incertidumbre. El 2 de enero de 2022, fecha en la que Mario, Andreu, Chema y Pere se han convertido, oficialmente, en los nuevos propietarios de Oldies, esos tiempos de indecisión vienen dados por una pandemia mundial que parece no querer desprenderse de nuestras vidas.
Desde ese día, a Vicente Fabuel, José Salvador, Carmen Arnal e Isabel Aguilar, alma y guía de la mítica tienda durante 43 años, ya no los vemos detrás de aquel pequeño mostrador, o trasteando entre cajones en busca de aquel viejo vinilo solicitado. Aunque, tanto para ellos como para nosotros resulte extraño, su papel ya es otro, como reconoce el propio Vicente: "Estaremos con los chicos para cuando nos necesiten. Y además, solo tengo que cambiar mi rol. Quiero ser cliente de Oldies", asegura mientras trata de lidiar, como sus compañeros de aventura, con esos sentimientos encontrados que le invaden mientras acepta que, después de tanto tiempo, ya era hora de dejar la casa: "Inmersos como hemos estado en estos días de balance y relevo, obligado es decirte que Discos Oldies ha sido la decisión profesional que cambió enteramente nuestras vidas. Y no solo dándonos de comer, porque cuando tu trabajo gira sobre el eje vital de tu propia identidad personal, la música, no puedes sino sentirte un privilegiado. Profesionalmente, no podemos pedir más".
Por mucho que pueda extrañar a algunos, que hubieran optado por la solución más rápida y sencilla, la de bajar la persiana y cerrar una etapa, nosotros intuimos que Fabuel y compañía pensaron en la fórmula del traspaso, ansiando la permanencia y subsistencia de un espíritu que no podía desvanecerse sin más: "Así es, sin duda. Entendemos que no se debe sacrificar algo que tiene proyecto y vida. Ese espíritu debe continuar. Oldies siempre tuvo claro cuales eran sus cimientos: respeto a cualquier género musical, tiempo y lugar; el coleccionismo discográfico como elemento que suple las carencias de las discográficas, y la evidencia de que siendo una tienda valenciana, obligado es el apoyo y puesta en valor de nuestra música, la de ahora y la de antes. Y esa propuesta de negocio está funcionando como siempre; podría decirse, incluso, que en esta nueva era pandémica ha salido razonablemente reforzada". Convencido de que ese traspaso era la solución más romántica y práctica, el equipo de Oldies anunció públicamente su decisión y se mostró abierto a recibir ofertas. Las hubo, y muchas: "Durante este último año hemos tenido tiempo de hablar con distintos tipos de interesados. Incluso de algún que otro país europeo. Por unas u otras razones, el perfil que buscábamos iba haciendo la obligada selección natural, y al final hubo quórum en que la decisión elegida era el relevo idóneo".
"El catálogo que hay en la tienda es increíble, y nuestra idea es seguir ofreciendo posibilidades a los clientes de encontrar auténticas joyas"
Los afortunados son cuatro treintañeros amantes de la música y, por supuesto, relacionados con ella. De hecho, Mario y Chema representan el 50% del grupo local Calivvla: "Como bien comentas, Chema y yo somos la mitad de Calivvla. Buscábamos batería al empezar el proyecto y ahí estaba él, recomendado por Lidia, la bajista, la cual había compartido banda con Andreu. De ahí que ellos se conocieran de antes. Desde entonces nos une una gran amistad cimentada en nuestra pasión por la música. A Pere le hemos conocido a raíz de este proyecto, ya que fue él quien primero se interesó, habló con Andreu, y él no dudó en llamarnos", certifica un Mario que aclara qué es lo que les ha llevado a querer continuar con la herencia de este icono de la cultura valenciana: "Nos une esa pasión por la música, y el romanticismo detrás de lo físico. Cuando apareció la noticia recuerdo bromear entre nosotros fantaseando con la idea de heredar la tienda de discos más antigua de España. Parecía muy lejano. Pero poco a poco se fue despejando el camino, y en el momento que vimos que era posible, no dudamos en lanzarnos. Aparte de músicos, teníamos otros trabajos que nos daban de comer y no dudamos en dejarlos por esto. La idea de dedicar nuestra vida plenamente a la música es un sueño hecho realidad".
Fabuel apenas titubea a la hora de apuntar qué es aquello que el nuevo equipo puede aportar: "Fuerza y juventud, lo primero. Y un compromiso con el espíritu de Oldies, obligado. Los chicos están llenos de nuevas ideas que irán desarrollando poco a poco y estamos convencidos de que el relevo generacional está asegurado y por buen camino". Mario nos confirma que van a intentar que la transición sea lo más suave posible. El cliente de Oldies puede estar tranquilo: no hay previstos grandes cambios, ni en la oferta de discos, ni en el espacio: "El catálogo que hay en la tienda es increíble, y nuestra idea es seguir ofreciendo posibilidades a los clientes de encontrar auténticas joyas. Además, algo que nos motiva mucho es la idea de trabajar con sellos independientes que nos gustan, servir como punto de venta y apoyo a la música independiente, tanto local como estatal". Por si esto fuera poco, el local seguirá ejerciendo de espacio multicultural, y en él tendrán cabida actividades de distinto tipo: "Por supuesto que lo primero es el producto , pero creemos importante para nuestra manera de entender el negocio y para la ciudad, generar un entorno de conversación, debate y oferta cultural agradable y libre de prejuicios. La idea es organizar eventos en torno a esa premisa y que todo el mundo se sienta a gusto independientemente de sus preferencias".
Para conseguir que el relevo fuera lo menos traumático posible, la familia saliente de Oldies ha asesorado, hasta el más mínimo detalle, a sus nuevos dueños. Todos ellos han coexistido durante varios meses, para que los segundos se familiarizaran con el negocio. La experiencia, según Vicente, ha sido satisfactoria: "Ha sido la prueba del algodón. En estos días, trasmitiéndoles el oficio, hemos comprobado que sienten pasión por la música, tienen muchas ganas de trabajar y un conocimiento musical sorprendente". Mario corrobora la afirmación: "Este tiempo ha sido precioso. Una experiencia que nunca olvidaremos. Haber tenido la oportunidad de aprender el funcionamiento del negocio de la mano de Carmen, Pepe, Isabel y Vicente ha sido el mayor de los privilegios. Así como conocer a la base de clientes que han hecho de Oldies su segunda casa durante muchos años. No había día que no nos íbamos con ganas de más y una gran lista de música que no conocíamos para escuchar. No podemos estarles más agradecidos".
Cualquier valenciano (y de muchas otras partes del mundo) aficionado a los infinitos sonidos que han venido desarrollándose desde que el blues y el rock and roll cambiaron, por completo, el devenir de este planeta, tendrá, en su estantería, alguna referencia adquirida en Oldies. Seguro. Eso dice mucho de un entorno tan familiar y acogedor, embriagado de ese olor tan especial a portada abrazada por centenares de manos, por el cual sus propietarios han visto pasar a miles de visitantes, en busca de referencias actuales o añejas, locales o internacionales, de estilos diversos. Fabuel echa un penúltimo vistazo atrás y recuerda: "Para mí, los hechos más memorables siempre han tenido que ver con la relación mantenida con los clientes. Una mezcla gloriosa de amistad, camaradería y gratitud por lo que nos han dado y enseñado. Y no cambio ni una sola letra. Mira, vamos a dejar Oldies tal cual está, con todos sus discos y todos sus clientes, y lo único que nos vamos a llevar íntegramente es eso, su historia, y ésa nos acompañará de por vida. Siendo más concreto, me quedo, por ejemplo, con haber hablado en la tienda, sin filtro, micros y a calzón 'quitao', con casi la totalidad de artistas valencianos: desde Bruno Lomas hasta Oscar Briz. Eso no tiene precio. Y, por último, solo recordar a Pau Riba y el insólito concierto en Oldies que nos regaló el 30 de marzo de 2019. Hoy nos dan ganas de llorar. El gran Pau Riba quemó esa mañana una falla".
Entre aquellos miles de visitantes, por supuesto, se encuentran Mario, Andreu, Chema y Pere. Ahora, propietarios. Antes, clientes: "Todos hemos comprado bastantes discos de nuestra colección en la tienda, algunos muy importantes y con mucho valor sentimental. Comprar un disco es una experiencia que no se olvida. No solo te llevas a casa el objeto, sino todo lo que hay detrás de él: la conversación con los dueños, lo que aprendes cotilleando a los demás clientes, tu estado emocional del momento… Creo que ese es el mayor significado. Comprar discos es una experiencia ya no solo cultural, sino personal. Y vamos a esforzarnos mucho en que sea positiva para todo aquel que nos visite", concluye un Mario que asegura que están ultimando la celebración un evento que marcará, oficialmente, la reinauguración: "Será a finales de enero y ofreceremos más detalles de ese y otros eventos en la recién estrenada cuenta de Instagram: @discosoldiesvalencia".
Pedimos al propio Mario que elija la banda sonora que marcará esta nueva andadura; esa melodía que podría hacer estremecer su cuerpo cuando alce, cada mañana, la persiana de Oldies: "Esta es, sin duda, la pregunta más complicada. Nos vamos a quedar con la versión que hizo La Costa Brava del 'Cuéntame cosas tuyas', de Los Ros. La original no para de sonar en la tienda y representa a la perfección lo que ha sido Oldies todos estos años. Nosotros, como hicieron Sergio Algora y compañía, vamos a intentar actualizar y modernizar un clásico desde el mayor de los respetos y admiración". Por supuesto, hacemos lo propio con Fabuel: ¿Qué canción ilustraría, a la perfección, el fin de esta etapa de Oldies? "Pocas dudas: Peggy Lee y su 'Is that all there is'. Año 1969, y con Leiber-Stoller a la producción. Una canción sobre lo finito de cualquier cosa vitalmente importante. La cantante repasa su intensa carrera musical y al final, sorprendida por el implacable paso del tiempo, se interroga con un escueto: '¿Esto es todo lo que hay?'".
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