El ministro de comunicaciones de Malasia, Fahmi Fadzil, advirtió previamente a su celebración que los organizadores del concierto de Coldplay, en Kuala Lumpur contarían con un "botón de apagado". Este botón hubiera cortado la corriente de los micrófonos y los instrumentos e implicaría el final del concierto si la banda realizase algún comentario o tiene algún comportamiento que desagrade a la organización. Por lo que parece, y atendiendo a que el concierto fue ayer, no sucedió nada que forzase esta drástica salida.
Esta medida se ha impuesto a raíz de la polémica que supuso el concierto de The 1975 en la misma ciudad en julio. En dicho espectáculo, el vocalista Matty Healy llevó a cabo un alegato contra las duras leyes anti-homosexuales de Malasia y besó a un miembro de la banda. Al gobierno malasio no le gustó esta polémica y se ha reservado, ahora, el derecho a detener los conciertos de artistas internacionales.
El propio Fahmi comentó, también, no creer que ese "botón de apagado" fuese a usarse para el concierto de Coldplay. La semana pasada, Live Nation Malasia (empresa encargada de organizar el concierto) realizó un comunicado pidiendo a los asistentes al concierto que "sean conscientes con la cultura y la sensibilidades de Malasia".
El concierto de Coldplay ha supuesto una controversia en la política malasia por la defensa manifiesta del grupo a los derechos LGBTQ+. El primer ministro, Anwar Ibrahim, defendió la presencia de los ingleses argumentando que es una de las pocas bandas que ha mostrado apoyo a Palestina.
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