La producción del nuevo vídeo de Candeleros ha durado tres meses a causa de los constantes apagones sufridos el año pasado en la tierra desértica de Lara, Venezuela. Tal y como explica el autor del videoclip, Carlos Luis Sánchez (aka Tar Majenye), el vídeo "narra la historia de un folklórico demonio que se queda sin marihuana, por lo que invoca a sus dealers, un grupo de animales, para que viajen por el trópico en autobús y le consigan hierba". Es, explican Candeleros, "un viaje psicodélico a las fauces de la crisis y la rumba: la perenne contradicción que envuelve la esquiva identidad latinoamericana".
La realización, condicionada por apagones eléctricos de hasta cinco días, cuenta con 6000 fotografías, máscaras de papel pintadas a mano y cientos de dibujos hechos a mano, escaneados, coloreados en Paint y animados con Movie Maker. Es decir, pocos medios, mucho trabajo y, sobre todo, buenos amigos. Este es el resultado:
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