El Anuario, que se confecciona desde 1999 y se ha convertido en referente de la industria cultural, ofrece herramientas útiles para analizar la salud del sector y los hábitos del consumidor en nuestro país. Los datos recogidos en esta nueva entrega se refieren a 2022 y certifican que el ámbito de la música popular en directo -conciertos, ciclos y festivales- es el único que prácticamente ha recuperado las cifras de antes de la pandemia, es decir, del año 2019, con un crecimiento espectacular del 51,4 por ciento respecto a 2021.
En la presentación del anuario han intervenido Antonio Onetti, presidente de SGAE, Juan José Solana, presidente de Fundación SGAE y Rubén Gutiérrez del Castillo, director general de Fundación SGAE. Este último ha calificado 2022 como "un año de recuperación, aunque los estragos de la pandemia aún se notan" y ha demandado de las autoridades un esfuerzo "para llegar a los niveles anteriores".
Aún así, la música popular en directo es, con diferencia, el segmento más saludable de la cultura en España. Lo dicen los datos. A los 97.948 conciertos de música popular celebrados en España en 2022 asistió el doble de espectadores -más de 24,6 millones, sumando el público asistente a los festivales, casi 8 millones y medio por encima del año anterior-, y los promotores recaudaron tres veces más: algo más de 228,3 millones de euros. Nada menos que 111 millones por encima de 2021. Pese a estos crecimientos espectaculares, seguimos bastante lejos del pico de 33 millones de espectadores de 2008.
Aunque la asistencia a conciertos estuvo algo por debajo de la de 2019 (un 11,6 por ciento), la oferta de shows se incrementó un 7,5 por ciento. Los datos presentados por Fundación SGAE certifican el peso decisivo que tiene el sector de la música en vivo dentro del tejido cultural español. Y es que de todas las industrias culturales, sólo los ingresos de los conciertos de música popular superaron los de antes de la pandemia, concretamente en más de un diez por ciento.
Más cifras interesantes: casi un cuarto de los eventos musicales se celebraron en Madrid, por delante de Andalucía (22, 4 por ciento del total) y Catalunya (casi el 14 por ciento). En este sentido, el ranking se mantiene igual que años anteriores. En el lado negativo, Ceuta y Melilla, La Rioja, Extremadura y Cantabria son las regiones donde menos conciertos se celebran. El pop-rock sigue siendo el estilo dominante, y suma el 78,3 por ciento. A mucha distancia se sitúa el flamenco (6,2 por ciento). Un dato curioso es que la electrónica suma más del doce por ciento de los conciertos en Euskadi.
Respecto a las giras más exitosas, el top 3 de 2021 lo formaron Fito & Fitipaldis (329.820 espectadores), Alejandro Sanz (casi 288.000) y Manuel Carrasco (260.809). Joan Manuel Serrat ocupa el cuarto puesto: reunió más de 230.000 espectadores. En cuanto a artistas internacionales, Marc Anthony (163.124), Red Hot Chili Peppers (98.483) y Morat (97.434) fueron los más vendedores. Andalucía sumó el 19 por ciento de la asistencia, con Madrid y Catalunya casi a la par en segundo y tercer lugar (18,5 y 18,4 respectivamente). Además, las zonas urbanas concentran casi el 47 por ciento de la asistencia a música en vivo.
El anuario también contempla la evolución de la venta de música grabada. Según las cifras de Promusicae, este segmento continuó una evolución positiva que supera el profundo bache pandémico, hasta ingresar 461,99 millones de euros: un 12,4 por ciento por encima de 2021. Casi el 86 por ciento de estos ingresos se obtuvieron en el mercado digital, fundamentalmente el streaming. El resto corresponde a la venta de discos físicos. Los sonidos urbanos dominaron claramente en el top de 2022: “Un verano sin ti” de Bad Bunny fue el disco más vendido, seguido de “Motomami” de Rosalía y “El madrileño” de C. Tangana.
Tanto las Artes Escénicas como el Cine y la Música Clásica, no consiguieron llegar a las cifras de 2019: es más, están un cuarenta por ciento por debajo de lo que se facturó en aquel año, una cifra tremendamente desfavorable que muestra lo que está costando a las industrias culturales volver a la normalidad económica plena, tras el duro impacto de la pandemia. Y que pone en valor el mérito que tiene que los conciertos y los festivales de las diferentes músicas populares hayan vuelto casi a la normalidad.
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