La banda la encabeza el carismático Alberto García Roca, perfectamente escoltado por Guardabosques, Oso Peligro y El Verdadero (a los que hay que sumar la aportación sorpresa de Pablo Sax en "I Don't Wanna Die", el tema que abría su set). Ya se hacen idea de que no son un grupo normal y corriente. No, porque es muy arriesgado juntar influencias de Frank Zappa, la Tamla Motown, T-Rex, Bee Gees o Animal Collective y sacar un estilo propio e inconfundible de todo ese potaje estilístico. Un auténtico festival de bocas abiertas, fue lo que vimos el sábado durante los escasos treinta minutos de la actuación alienígena. Sólo cuentan con un maxi single, de momento, editado por Red Kashmir Records. Mirar hacia delante da vértigo.
A las puertas se quedaron New Jungle, banda solvente de indierock (oscuro, en la línea de Editors o Interpol) que venía de ganar la última edición del Creamurcia, y Kessels, cuya propuesta se perdía un poco en la dualidad idiomática (inglés-castellano) y los guiños a Morrissey.
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