El cuarteto barcelonés Salvaje Montoya vuelve a la actualidad con su segundo larga duración. Después de romper el hielo con (Mama Vynila/B-Core, 13), vuelven con "Rompiendo la yuca", un trabajo que puedes escuchar hoy en exclusiva gracias a la colaboración de la banda con MondoSonoro.
El álbum vuelve a ser un eficaz tratado de punk garajero de media hora de duración ideal para seguidores de artistas como Los Peyotes, Thee Oh Sees, Guadalupe Plata o Mujeres.
Para redondear la escucha, los propios miembros de Salvaje Montoya comentan las canciones para nosotros una por una.
Mala hierba (El susto de Tule)
Todo lo que puede salir mal pues mejor hacerlo mal desde el principio y dejarse de rodeos. Un cántico a la pereza que da ir por el buen camino. También es un homenaje a nuestro mánager y el placer de ir de tulerías por los callejones. En definitiva, una retahíla de malas decisiones que hacen de una noche de juerga el momento más memorable de tu jodida existencia.
Rituales de cuchillas
Y al día siguiente habrá que pedir perdón por todo lo que pasó anoche. Habrá que volver al trabajo. El jefe te está esperando y no es para darte un aumento, sino que es porque te has follado a su mujer. Y a ver qué Jesusito te da la redención ahora.
Santa Mamita del Raval
Nos gusta el Raval de Barcelona. O la idea del Raval. El antiguo. El que no existe, el preolímpico, el que se pateaba el detective loco de Mendoza. La fantasía de unas calles en las que las mujeres bailan cumbia día y noche, llueva y nieve. ¿Cuántos amigos de confianza hiciste en esas calles? La misma confianza que te da el tequila destilado en la bañera por la mestressa del Marinas de la calle Sant Ramon. El tema más redondo del disco que busca el aplauso y la ovación.
Prohibido romper la yuca
Si a tu novia no le importa que le robes antidepresivos cuando te vas de gira, si no te han partido aún la cara por mearte en las barras de los bares, si encuentras un karaoke abierto en cada una de las ciudades en las que tocas… pues eres un tipo con suerte. De lo contrario, más te vale que esté prohibido romper la yuca. Con este corte llegamos de vacío a la grabación, pero la inspiración nos brindó claras intenciones: machacar, machacar y machacar.
Hechizo
A veces la magia desaparece de repente, los efectos se desvanecen y el hechizo se termina. Solamente hay una cosa peor que pasar una resaca. Pasarla solo. Apestando a Vietnam, a guitarrita gitana embrujada y a veneno de alacrán en tu copa. El placer de lamer buen escarabajo sólo es comparable a la princesa de mis sueños que comparto con amigos.
Mujer madura
Las mujeres mejoran con los años. Absolutamente todas. Sin excepciones. Elegancia, experiencia, paladares refinados. Ofreced los cuellos en sacrificio a vuestra Condesa Elizabeth Báthory particular para que beba sangre joven. Julio Iglesias sabe mucho del tema, por eso le hemos pedido prestados unos versos para hacer los coros. Esta pieza destila garaje rhythmandblusero de Carolina del Norte en cada punteado y en cada acorde. Un interludio firmado por el mismísimo John Carpenter nos devuelve a nuestra filia particular: la graofilia.
Leyenda local
Hay tantos artistas a nuestro alrededor que van a cambiar la historia de la humanidad que quisimos hacerles un sincero homenaje. A veces sentimos que vamos a llorar de tanto arte que tienen. Ellos escribirán sus propios libros de texto y se darán a sí mismos las llaves de la ciudad. Si tienes pelotas y energía juvenil tú también puedes ser una leyenda local, amigo…
Serpientes en celo
Las serpientes en celo bailan al son del dubstep. Eso lo sabe todo el mundo. Y si intentas seguirle el ritmo, quedarás en ridículo. Todo bien aderezado con la voz del Reverendo Tedi, intelectual, héroe y pinchadiscos, que nos da lustre con sus insultos a ese interludio mágico. El medio tiempo es clave para saborear cada golpe de bombo y pulsación de bajo, porque es en los ritmos lentos cuando un hombre se la juega en sus movimientos. Es el momento que llevabas esperando desde que tenías once años y tu primo el del pueblo te descubrió las revista de tías en cueros. Pero una y no más, santo Tomás.
Campesina de mi amor
Un guiño a todas las pubilles de cuixa forta que dejaron su pueblo para marcharse a la gran ciudad y cursar estudios artísticos. Un minuto de silencio para las virginidades perdidas en contextos desagradables. La cumbia y el rock latino más naftalínico hacen las veces de hilo conductor para la eterna historia de la cazadora cazada, o el viaje a las cloacas de diamantes rusos de Nomi Malone.
El vuelo del cóndor
La fiesta ha terminado. La vida debe continuar. Se acabó lo que se daba. Vuelve a casa, te aconseja el barman Ya no tienes edad para piruletas ni nosotros de tanto realismo mágico. “Cuanta puta y yo que viejo. Cuanta puta y yo que viejo…”.
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