Hilda Hund empezó a grabar en un multipistas
casero sus propias canciones aprincipios de los 90. Años después, un
Erasmus la llevaría a Dinamarca, donde ya comenzó a
montar grupos, y, posteriormente reubicada en Madrid,
formaría Skejby, proyecto al que posteriormente se
uniría el guitarrista Alfonso Herrero (también en los
muy recomendables Berlina), y con quien editarían un
único EP, “Cooking Club”, en 2008.
Skejby sería el germen de YAY, cuarteto que, tras
algunos cambios de formación, se ha estabilizado con
el concurso de José Merodio al bajo y del ubicuo José
Gutiérrez Guinea (Berlina, Bandini, Christina Rosenvinge,
Melusa) y Julia Hermida (Rufus T. Firefly) a la batería. Tras probarse, y comenzar a
encontrarse, con “We Never Know How The Day Will End”
(2012), todavía grabado con la anterior formación,
ahora editan “Fur”, un segundo álbum que marca un
crecimiento sonoro sin que ello contradiga el saludable
espíritu de inocencia con el que se acercan a su música
y que ha contado con la producción de Manuel Cabezalí.
Ese álbum, que se publica la próxima semana de forma oficial es lo que puedes escuchar a continuación en streaming en exclusiva para MondoSonoro de la mano de los comentarios canción a canción por parte de Hilda.
1. “Aerial”
La primera parte la hice con 16 años. Además de la confusión normal de esa edad, me estaba costando aceptar que me gustaban las chicas y no los chicos, lo cual en aquel momento me hacía sentir sola e impotente. Esta canción siempre me gustó, así que nunca olvidé cómo se tocaba. Decidí acabarla con casi el doble de edad, cuando los obstáculos de la primera parte quedaban lejos, y una situación familiar me enseñó a aplicar el carpe diem y aprovechar los buenos momentos. Desde la introducción, los arreglos de guitarra de Alfonso planean etéreos, y a medida que avanza, se van uniendo al resto de la música haciéndose más terrenales. Hacia el final (4:33) Jose hace una preciosa línea de bajo que podría considerarse el epílogo de la canción.
2. “Let Me Be Gone”
Es una canción sobre la gratitud por una amistad que parece que se acerca al fin. En el local le dimos más vueltas que a ninguna otra y la tocamos de mil maneras antes de decantarnos por esta versión. A partir del minuto 3:25 hay un cambio sutil en los acordes de la guitarra rítmica que junto con los coros le dan un punto más de carácter e intensidad.
3. “Such A Waste”
Estar en un grupo es como estar en una relación de pareja con muchas personas a la vez. La canción es un momento de confesión que prosigue con un estallido de hartazgo. Mis compañeros de grupo (nuevos y antiguos) se toman con humor que hable de ellos en plan Pimpinela y encima tengan que tocarlo en los conciertos, son muy majos. Me parece que es la canción en la que la influencia noventera se nota más. Hay mucho fuzz y a veces su ritmo desconcierta a quien la escucha por primera vez. El estribillo parece no caer nunca en tierra.
4. “Goldfish Memory”
"Me hago la muerta en el agua, les doy nuevos nombres a los peces, observo las maravillas y me olvido". La música de esta canción es de Alfonso, y creo que es una de las que más nos gustan a todos, especialmente el resultado de la grabación y la mezcla. Es acuática en todos los sentidos y habla de decidir estar sola.
??5. “Something Else”
A veces en el local hago la broma de empezar a cantarla como si fuera de misa, diciendo "Eeeel señooooor". A mí no deja de hacerme gracia. No tiene estribillo, pero aún así probablemente sea la más pop de todas. Habla de las expectativas incumplidas. Los arreglos de guitarra y su sonido me parecen de los más bonitos del disco.
6. “Nobody”
En directo esta canción nos da mucha energía. Creemos que la versión grabada capturó perfectamente la sensación de tensión que estalla que alcanzamos cuando la tocamos. Me parece que es el final favorito por todos. La progresión de los acordes del final y la intensidad que van alcanzando me recuerdan lejanamente a “Instant Street” de dEUS aunque, como oiréis, las dos canciones no tienen nada que ver. La canción habla de la motivación para luchar pase lo que pase.
7. “Love Is A Squirrel”
Es la menos convencional en cuanto a estructura: tres estrofas, después dos estribillos, después dos puentes y el estribillo final para rematar. Relata casi de manera literal un sueño sobre encontrar el calor en un bosque helado. Es como una aventura o una pantalla de un videojuego. El disco se llama “Fur” por esta canción.
8. “Seafood”
La demo de esta canción formó parte de un EP que sacamos hace dos años. Su tema principal es una familia que trata de centrarse en la cena para no acabar en batalla campal durante las vacaciones de Navidad. Manuel Cabezalí aportó un solo de guitarra ambiental y con mucho espíritu para uno de los puentes.
9. “Why I Need You”
Empieza con la guitarra rítmica y el resto de los instrumentos se van sumando. El bajo hace exactamente la misma línea durante prácticamente toda la canción. La letra habla de cómo una persona se va dando cuenta de que está siendo maltratada en una relación. Un momento de lucidez para comprender ese machaque, a veces subliminal (como la línea de bajo). La percusión del final es una bandeja del horno que Manuel Cabezalí sugirió y aporreó con gran acierto.
10. “Close To My Heart”
Habla de un romanticismo enfermizo y dañino. Desde los primeros ensayos tratamos de darle el aire inquietante que requería como consecuencia de la letra. Al principio Alfonso tocaba mi parte del piano y yo la guitarra, pero hiciera yo lo que hiciera el resultado se parecía más a “La Bamba” que a la música de “Psicosis”, así que nos cambiamos los instrumentos y él desarrolló con su guitarra esos sonidos que podrían pasar por violines, pájaros de la selva o nubarrones a punto de descargar la tormenta. Algunas personas que la han escuchado nos han dicho que les ha hecho sentir mal, lo cual quiere decir que expresamos lo que queríamos correctamente y podemos darnos por satisfechos. Otras personas dicen que es muy bonita. Supongo que está en cada cual el ver cómo se siente al oírla.
11. “Little Skunk”
Se trata de una nana. Fue inspirada por un animal muy querido que dormía 20 horas al día. Barajamos añadir más instrumentos, pero finalmente se quedó en una versión sencilla, sólo con voz, guitarra y teclado. El disco también se llama “Fur” por esta canción.
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