El título de "Stranger Fruit" evoca la sórdida tonada de Billie Holiday, himno del martirio afroamericano a manos de supremacistas blancos como Ku Klux Klan. A estas alturas, no deja de resultar chocante la toma de dichas imágenes. ¿Ha empeorado la situación en este último siglo? “Intenté no ser demasiado negativo. Viendo cómo está el clima político, especialmente en Estados Unidos, sí que tengo la sensación de estar regresando a un escenario similar. Es grotesco ver esa obsesión por cuestiones como las fronteras. Todos tenemos la potestad de juzgar lo que está sucediendo allí. Cuando giramos por América [sin embargo] no tuvimos la sensación de que todo fuese una cuestión de ‘blanco o negro’. Todos saben que lo relativo a la política es una auténtica mierda y que legislativamente están desamparados. Sencillamente es que la gente le da la espalda”, comenta Gagneux. La amargura y contundencia de su discurso entronca plenamente con su peculiar sonido, a medio camino entre un black metal de impecable factura y la música espiritual negra, algo que le ha permitido llegar a un público mucho más amplio que el de una escena tan viciada como es la extrema. “Nos alegra que nuestro público sea abierto y diverso. Creo que la gente quiere empezar a estar de acuerdo en algo. Llevamos muchos años soportando cosas que sólo generan división”.
Sus nuevas composiciones, inspiradas esta vez en el registro de Tom Waits –“cuando le escuchas te bastan diez segundos para transportarte”–, toman como elemento central la ambivalencia vocal de su líder, ora gutural, ora góspel. “Este sigue siendo un proyecto experimental en el que intento combinar esas dos facetas de forma elegante. Para mí el reto era que no sonase demasiado segmentado, que una parte fuese puramente soul o góspel y luego metal, sino que ambas se combinasen orgánicamente. El resultado es esta especie de pop soul”, explica entre risas. “Veremos a qué nos lleva el siguiente paso. No me lo he planteado todavía”.
De una apuesta tan arriesgada cabría tener dudas; ¿qué podemos esperar pues de su final de gira en España? “Intensidad. En el escenario somos muchas personas con mucha energía, y ahora que tenemos más rodaje sabemos cómo dar un show más salvaje sin valernos de recursos visuales. Es un espectáculo sin concesiones. Incluiremos además un par de temas que no aparecen en Stranger Fruit. No será mucho más de hora y media, pero no creo que quede nadie vivo después de esto”, concluye con una gran carcajada.
Fecha | Ciudad | Recinto | Hora | Precio |
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18 diciembre 2018 | Madrid | Copérnico | 19:30 | 24€ |
19 diciembre 2018 | Barcelona | Apolo Sala [2] | 19:30 | 24€ |
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