¿Cómo surge la idea de hacer este disco un poco “Frankenstein”?
Piti: En navidades de 2019 sacamos “Atera” e hicimos unas cuantas presentaciones hasta que llega la pandemia y se para todo. A partir de ahí, nos vamos adaptando, y viendo si en 2020 se pueden hacer conciertos, e incluso hicimos algún concierto con publico sentado, pero fue una agonía.
En la banda tenemos tres principios que son los ensayos, los conciertos y la grabación de canciones, y una de ellas era imposible en esta situación; pero sí podíamos ensayar e ir a un estudio a grabar. Así que, cuando vimos que la cosa se iba a alargar, decidimos grabar lo que hacíamos en el local para sacarlo en digital y, si en el futuro había oportunidad, juntarlo en un disco.
Aiora: Sí, lo, primero que hicimos fue dar tratamiento de disco a cada dos temas, como si fueran EPs, para ir sacándolos de esa manera, para que se mantuviera la frescura, haciendo una especie de menú degustación de productores y estudios.
¿Cómo seleccionáis los productores con los que queríais trabajar?
Aiora: Eran gente con la que queríamos trabajar, era un privilegio hacer esa cata para probar y conocerlos. Así que, fuimos donde Ricky, porque nos encanta su trabajo, al igual que el de Santi, también teníamos mucha curiosidad por trabajar con Paco Loco, y Dave y Aritz son amigos y tenían que estar, porque nos han ayudado mucho en discos anteriores.
Piti: Como te decía antes Aiora, se trataba de hacer una especie de menú degustación y, en vez de delegar la responsabilidad a un solo productor, lo que hemos hecho ha sido probar con varias personas y, de esta forma, hemos aprovechado este tiempo de incertidumbre para enriquecernos musicalmente y almacenar canciones. Lo bueno de hacerlas y llevarlas al estudio inmediatamente, es que, de esta manera, las canciones no perdían la frescura, aunque, como en el caso de las últimas, haya pasado tiempo desde que las grabamos.
¿Qué ha aportado cada uno en la producción?
Aiora: Cada bloque tiene su sentido; para mí, por ejemplo, trabajar las voces con Ricky fue una gozada, porque me tranquilizó mucho y me dio muchas opciones, porque tiene muchos recursos para sacar cantidad de armonías… Lo mejor es que cada uno nos daba una visión diferente.
Piti: Lo que vimos es que cada productor cogió este trabajo como algo suyo, y que el resultado fue a mejor y que lo que llevábamos ganaba muchísimo; ha sido muy divertido, porque no ha sido tan estresante como estar metidos un mes en un mismo estudio.
Aiora: Sobre todo, lo más importante es que hemos aprendido un huevo; nosotros siempre hemos trabajado con Lastra, y pocas veces hemos abandonado nuestra zona de confort, así que al principio, teníamos un poco de incertidumbre de ver cómo iban a ir las cosas en un estudio que no conoces, con gente que no conoces… íbamos totalmente cagados y la primera media hora en “Adore” fue un auténtico desastre, pero enseguida cogimos seguridad y tiramos para adelante.
Piti: De hecho, esta vez no íbamos con los temas tan preparados y atados como otras veces, para que el productor pudiera meter mano en las canciones y nos dieran una versión diferente de la que nosotros teníamos, sabiendo además, que, si nos bloqueábamos, ellos solventarían la situación sin problemas.
A pesar de que ya conocíamos varios temas porque, como decís, ya los habíais publicado previamente, el espíritu clásico os llevó a sacar el trabajo en elepé…
Aiora: Sí, aunque la idea inicial era ir sacando singles, cuando vimos que ya se abrían las puertas y que íbamos a poder presentar el disco y hacer una gira en condiciones, decidimos sacar el trabajo completo después de grabar las últimas canciones y la intención era haberlo sacado el año pasado, pero a mí me tocó lo que me tocó, y lo tuvimos que aplazar y al final, hemos grabado los dos últimos temas con Aritz y lo hemos sacado ahora.
Piti: El proyecto tiene sentido como trabajo conjunto y, precisamente por eso, fuimos buscando sinónimos para los títulos, dándole un nombre singular por si, al final, se reunía en un único disco, como finalmente ha sido.
En la parte lírica, también se mantiene ese concepto común de valor para hacer frente a los problemas, a pesar de ser creaciones hechas en diferentes temporadas…
Aiora: Sí, todo está dentro de ese “Adore, Kemena, Kuraia”… habíamos pasado todos una época mala por la pandemia y creo que estábamos un poco perdidos. Entonces, lo que proponíamos era la búsqueda de ese valor que tenemos dentro para tirar hacia adelante.
Piti: Lo que planteamos es la necesidad de tener armas para poder combatir lo que nos venga, ese coraje para, en vez de sentirnos humillados, intentar defendernos, porque, por lo visto parece que está de moda eso de generar miedo para tenernos controlados.
“Hemos aprovechado este tiempo de incertidumbre para enriquecernos musicalmente y almacenar canciones”
Aparte de las consecuencias anímicas que todos y todas hemos padecido de una u otra forma, como banda, también habéis padecido las consecuencias económicas que ha sufrido el sector cultural...
Aiora: Bueno… No ha sido nada diferente a lo habitual, todo ha sido igual, aunque algo más acentuado, porque se ha visto más todo lo que hay y la situación de este sector; pero una vez que ha pasado, ya está todo olvidado y no pasa nada. Así que ahora, hasta la próxima pandemia o la próxima puta mierda que nos intenten vender, pero bueno… al final, nosotros hacemos esto por pura necesidad y por puro egoísmo, y por eso se libran de todo, porque estamos enganchados a esto y, como músicos, vamos a seguir haciendo cosas.
Una de las grandes sorpresas que nos encontramos en el disco es la versión de “Corazón de tango” de Doctor Deseo, con la que pasa algo curioso, que es que, a pesar de ser un tema durísimo, cuando suena en las verbenas, los bares o los conciertos, todo el mundo la baila como si de una celebración se tratara…
Aiora: Sí, y además, con esos ritmos electrónicos, le hemos dado aún más carácter de celebración o de diversión… pero es como todo el disco, estás hablando de la vida, y la vida también es eso y creo que es otra forma de hablar de esas herramientas necesarias para tirar hacia adelante.
Piti: Además, yo creo que en “Corazón de tango” el concepto es positivo: “Vamos a engañarnos…”… te estás poniendo por encima del problema, vamos a jugar con esto aunque sea una puta mierda…
Un concepto que, por cierto, también queda claro en el magnífico videoclip que habéis presentado para la ocasión con Ramón Barea y Carmen Machi como protagonistas…
Piti: Sí, el anterior video también lo habíamos hecho con Bárbara Fdez. y teníamos claro que queríamos hacer más cosas con ella, porque nos encantó cómo había quedado y tiene un talento enorme. Teníamos a Ramón Barea, que nos propuso a Carmen que, casualidades de la vida, había escuchado y le gustaba Zea Mays, nos sugirió una fecha y retrasamos la salida del video y del tema porque queríamos que estuviera ella. La verdad es que están maravillosos.
Aiora, tú también estás muy bien en el papel, ¿eh?
Aiora: Sí, sí. Poner cara de “no siento nada” se me da muy bien… esa soy yo, como actriz lo puedo hacer perfectamente, así que cuando queráis, me podéis llamar (risas).
De nuevo, volvéis a colaborar con Rozalén, ¿es tan fácil trabajar con ella y es tan buena persona como parece desde fuera?
Piti: Pues, aunque parezca increíble, es así.
Aiora: Sí, es majísima, y es así, tal y como la ves.
¿Es importante para las bandas más underground tener el ejemplo de una persona como ella que, empezando desde abajo, ha llegado hasta un punto muy alto, sin venderse ni renunciar a sus ideas?
Aiora: Nosotros siempre decimos que es una roja que se les ha colado (risas). La verdad es que se lo ha currado mucho y todo lo hace de corazón y se merece todo lo bueno que la pase.
Piti: Sólo queremos que, por favor, no nos la agoten, y que le vaya muy bien en todo lo que haga.
Algunos de los temas de este disco ya los habíais presentado también en directo, ¿cómo están funcionando en los conciertos las nuevas composiciones?
Piti: La verdad es que funcionan muy bien… pero en los últimos bolos las quitamos porque estábamos haciendo la gira del 25 aniversario y estábamos rescatando temas antiguos que hacía tiempo que no tocábamos. Además, también queríamos reservar estas canciones nuevas para hacer ahora la presentación del disco nuevo.
Viendo las fechas de presentación de la gira, vemos que vais a hacer varios conciertos fuera de Euskal Herria. ¿Se han superado ya los prejuicios hacia las bandas que cantáis en euskera?
Aiora: ¡Qué va! Puede parecer que sí, pero todavía hoy en día, nos piden las letras con las traducciones para alguna cosa… todavía hay mucho que hacer.
¿Y es más complicado tocar en lugares donde todavía no sois una banda tan conocida?
Piti: Hay que ir sembrando, como tuvimos que hacer aquí… Pero, al final, nos parece la mejor manera de no desgastarnos y para que, cuando lleguemos a los bolos de Euskal Herria, llevar todo super maqueado, porque la banda tiene que estar engrasada y sonar potente. Lo que tenemos claro es que no podemos estar tocando todo el rato por aquí, porque se corre el riesgo de que, tanto nosotros, como el público, perdamos la ilusión por tocar.
Aiora: Eso es. Para nosotros, muchas veces también es un impulso tocar en sitios, donde no te conocen, es como un reto para buscar el estímulo y seguir manteniendo esa ilusión.
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