"En un ventrículo de mi corazón siempre seguirá sonando A Perfect Circle"

Zahara está a punto de cerrar el que quizás sea hasta el momento su mejor año profesionalmente hablando, vista la magnífica recepción de “PUTA” (G.O.Z.Z. Records, 21). Charlamos con ella sobre su momento actual y su #putaGIRA, entre muchas otras cosas.

Un disco tan explosivo –en todos los sentidos– como éste empieza ahora también a vivir esa explosión en los directos no solo por parte de ella y de su equipo, sino también del público, que ya no tiene que estar en sillas por las restricciones del coronavirus. Cuando está a punto de sacar un relanzamiento de “La pareja tóxica” (11) por su décimo aniversario y de acabar esa segunda parte de la gira (bautizada como #putaGIRA), entre ellas el concierto de Burgos dentro de la Ruta Firestone (18 de noviembre, Sala Andén 56), hemos querido hablar con ella de todo esto, de sus sensaciones al respecto, y hasta del doble lanzamiento en 2021 de Lana del Rey, una de sus cantantes más admiradas.

¿Qué te está pareciendo la Ruta Firestone y qué esperas del concierto de Burgos?
Estoy deseando volver a Burgos. Siempre he tenido un público increíble ahí y me parece una oportunidad fantástica hacerlo dentro de la Ruta Firestone.

“No me siento juzgada, sino acompañada y eso me provoca mi propia autocompasión, esto sí que es completamente nuevo para mí”

La exposición de experiencias personales en el álbum es brutal. ¿Ha sido difícil cantar esas letras ante tanta gente en los directos?
Ha sido extraño todo el proceso. Creo que cantarlo delante de la gente ha sido algo necesario dentro del mismo. Cuando empecé a escribir sobre mi infancia y los abusos que viví me di cuenta de que para cerrar todo lo que estaba empezando a abrir en ese momento tenía que hacerle frente y compartirlo con la gente. Que no se me quedara dentro donde había vivido todos estos años.

Por otro lado, hay muchas y muchos asistentes a esta gira que, además de disfrutar de lo lindo, han sentido el concierto como algo casi catártico, y les ha dado cierta paz el sentirse acompañados en ciertas experiencias. ¿Cómo lo vives tú cuando ves ese efecto de tu música (especialmente en este disco), o cuando directamente te lo dicen?
Siento algo que desconocía hasta este disco: compasión. Primero por parte de quienes me escuchan. No me siento juzgada, sino acompañada y eso me provoca mi propia autocompasión, esto sí que es completamente nuevo para mí. Al sentir la empatía en tantas personas desarrollo la mía propia. Es curioso cómo he necesitado escuchar historias parecidas a la mía, pero ajenas, para empezar a entender y cuidar la mía propia.

El disco tiene un marcado componente electrónico. ¿De qué forma planeas llevar esto a los directos ahora que van disminuyendo las restricciones por la pandemia?
Este disco nació en mi salón, con un Moog, cajas de ritmos, un ordenador… Martí y yo tuvimos claro que este era el sonido, al principio por una limitación, pero después por una decisión. Lo mismo ha pasado con el directo. Conforme lo íbamos teniendo terminado fuimos conscientes de que no era un disco de banda y que por lo tanto el directo tampoco podría serlo. Ambos estamos cada día más sumergidos en la electrónica y queríamos afrontar un directo con la esencia pop que pueden tener mis canciones, pero siendo honestos con lo que nos gusta, nos inspira y a lo que queríamos aspirar. Decidimos ser solo tres en el escenario y a día de hoy no podemos estar más felices con esta decisión. Es una electrónica viva, llena de abismos y eso nos mantiene alerta, aprendiendo muchísimo en cada concierto.

"Prefiero ir aceptando y agradeciendo las cosas cuando vienen y no aspirar a algo que no ha sucedido"

El combo de “Hoy la bestia cena en casa”, “MERICHANE” y “berlin U5” es desde luego el más potente en ese aspecto. ¿Tienes ganas de vivir con el público ese colofón final al cien por cien?
Este disco se compuso pensando en eso, en bailar entre la gente. Sobre todo, como dices, esta parte final en la que se encadenan las tres canciones y el bombo a negras es quien manda. Durante estos meses hemos podido tocarlo, pero observando al público bailar desde la silla, con las distancias de seguridad y el deseo constante de ponerse de pie. Había algo bonito ahí, verles bailar aunque no pudieran, pero también tristísimo… Ahora por fin pueden bailar con nosotros. Es alucinante. Estoy deseando meterme entre la gente, sentir su energía, verlos dejarse llevar como nosotras hacemos en el escenario.

El inicio de los conciertos es contigo sola en el escenario a bordo de “flotante”, un temazo híbrido que por momentos recuerda al metal industrial de Nine Inch Nails. ¿Cómo te sientes defendiendo ese registro en directo? ¿Puede ser que veamos un futuro disco tuyo en ese rollo, como ha pasado con Halsey, que directamente ha trabajado con Trent Reznor en la producción de su último álbum?
Bueno, sería increíble poder trabajar con Trent Reznor y el pasado metalero lo llevo en mis venas. Cuando vivía en Granada tenía una banda de nu metal y en un ventrículo de mi corazón siempre seguirá sonando A Perfect Circle y Gojira. Creo que todo lo que hemos escuchado en nuestra vida nos nutre e influencia, nos hace ser quiénes somos. Me alegra haber pasado por ahí, por el jazz, por el grunge… Creo que gracias a eso la música que hago está enriquecida no solo por lo que más me interesa ahora sino que en mi imaginario resuenan todas las grandes canciones, pertenezcan al género que pertenezcan, que una vez formaron parte de mí. Me encanta dejarnos llevar por quienes somos, sin prejuicio, jugar al tecno desde el rock, adentrarnos en la copla o bailar creyéndome Beyoncé.

Es muy probable que “PUTA” acabe siendo el disco español del año en muchas redacciones. Aunque sea un futurible: ¿cómo crees que recibirías esa noticia? ¿Sientes que antes la crítica musical, incluso en la época de “La pareja tóxica” o “Santa” te miraba –en términos generales– un poco por encima del hombro?
Creo que he dejado de ilusionarme con las cosas que no han sucedido porque el golpe de realidad es muy duro si no acaba cumpliéndose. Prefiero ir aceptando y agradeciendo las cosas cuando vienen y no aspirar a algo que no ha sucedido porque, además, los premios, las listas… depende de tantas cosas… Yo siento que he hecho un disco necesario y que me he dejado la vida en él. Pero es cierto que cuando leo a mis compañeros y compañeras de profesión hablar de sus trabajos sienten lo mismo. ¿Por qué iba a ser entonces el mío mejor que el de ellos? Sobre lo segundo, pues a ver… durante muchos años he sentido el paternalismo y la condescendencia por parte de la industria. A muchos niveles. De hecho, no se han cortado mucho en decirme, “uy, es que no me esperaba esto de ti”, “Qué grata sorpresa”, “yo es que pensaba que tú hacías otra cosa”… Te das cuenta de cómo a lo largo de toda mi carrera daba igual lo que yo sintiera que era, ahí estaban los demás proyectando lo que imaginaban, querían o esperaban que yo fuera.

"Cuando planteábamos el lanzamiento de este disco nos dimos cuenta de que no podía dejar que se tergiversase el mensaje"

Otra que tiene no uno sino dos álbumes candidatos a disco del año este 2021 es Lana del Rey, a quien sabemos que admiras también. ¿Qué te ha parecido “Blue Banisters” si has tenido ocasión de escucharlo? ¿Te quedarías con este último o con “Chemtrails Over The Country Club”, su otro disco de 2021?
Me sorprendió mucho que después de un disco tan precioso y completo como es “Chemtrails Over The Country Club” tuviese guardadas tantas buenas canciones para otro disco el mismo año, aunque me gusta mucho más “Chemtrails”… pero porque me llegó en un momento en el que después de “Normal Fucking Rockwell!” no creí posible que pudiera escribir nada mejor y fue una sorpresa increíble ver su capacidad de reinvención siendo ella misma. Con este no he tenido esa sensación. Me ha parecido más vaga la producción y no me ha atrapado tanto en las primeras escuchas, pero creo que ella tiene dentro la melodía de tal manera que un bostezo de Lana podría ser una canción mejor que la de cualquiera de nosotros intentando componer el temazo de nuestra vida.

La Ruta Firestone tuvo que suspenderse en 2020, pero Firestone quiso mantener su apuesta por la música con distintas iniciativas como el podcast “Movidos por la música” presentado por Ángel Carmona, por el que se pasaron bandas como Delaporte. ¿Qué te parecen iniciativas así y lo que puede suponer el formato podcast para artistas, especialmente aquellos que se están dando a conocer?
Por lo que veo el podcast es ya una realidad. Yo no he entrado demasiado aún, pero sí que veo como mis amigas y amigos están enganchados a varios. Yo incluso hice uno para explicar aquellas cosas de “PUTA” que podrían no haberse explicado en las entrevistas y me pareció que el podcast era una buena herramienta para ello. Creo que ocupará un lugar importante en los próximos meses y ojalá no sea algo pasajero y se quede.

¿Qué tal fue la experiencia? ¿Tendremos nuevas entregas de “PUTA: El Podcast”, o nuevos programas aunque no estén centrados en el álbum? ¿O fue más un experimento circunscrito al lanzamiento de 'PUTA'?
Fue más bien lo segundo. Cuando planteábamos el lanzamiento de este disco nos dimos cuenta de que no podía dejar que se tergiversase el mensaje, tenía que ser la dueña de mi discurso todo el tiempo que pudiera. Pensé en el podcast como un lugar al que recurrir como fan para ampliar la información que no se estaba dando en entrevistas o en mis redes. La verdad es que fue precioso. Yo misma aprendí cosas de mi disco que no sabía, pero por ahora creo que se quedará en eso. No sé si en el futuro… Todo puede ser.

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