“Es bueno que la gente se dé cuenta de que pensamos demasiado”
EntrevistasYudi Saint X

“Es bueno que la gente se dé cuenta de que pensamos demasiado”

Patricia Castellar Mesquida — 14-01-2023
Fotografía — Archivo

Yudi Saint X ha dado un paso adelante con “Todos mis novios” (Hidden Track/Primavera Labels, 22), un disco en el que combina géneros sin abandonar la intimidad y la cercanía de su propuesta. Con ella charlamos sobre su momento actual.

La veo apoyada contra una farola, son las once y media de la mañana, y no le falta un café para llevar en la mano. Se la reconoce fácilmente: va vestida con colores chillones, incluidas sus cejas teñidas de rosa. Una estética llamativa y concreta, pero que se pierde en el caos de Barcelona, ciudad a la que Yudi Saint X se mudó hace unos meses. La originaria de Matadepera así lo agradece: “Aquí en Barcelona nadie te mira, eres uno más, y eso me hace sentir a gusto porque puedo ir probando”. 

La estética de Yudi Saint X, que ella misma describe como definida y cortante, va muy a la par con su música. Así lo vemos en su primer largo “Todos mis novios”, en el que se escucha tanto drum’n’bass como pop, unas melodías muy rítmicas, pero sin que a su vez falte intimidad y cercanía. Este nuevo sonido más minimal de la catalana se diferencia mucho de “Selva”, el EP que sacó hace dos años: “‘Selva’ era mucho más de fantasía, yo elegía equís sonido porque quería una cierta imagen”. 

La producción ha corrido a cargo de b1n0, Ferran Palau y tú misma. ¿Cómo describirías trabajar con b1n0 y Ferran Palau a la vez?
Difícil. O sea, había muchas veces en las que Ferran y yo no estábamos de acuerdo, porque tenemos una forma de trabajar diferente, y precisamente este contraste ha sido lo que ha hecho que el álbum suene como suena. Pero no fue fácil.

¿En qué no estabais de acuerdo, por ejemplo?
Él siempre quería que todo estuviera limpio, cuando un elemento era muy friki él quería sacarlo y yo lo quería dejar. Ferran y yo siempre encontrábamos el punto medio. Era difícil, pero en plan guay. Estaba muy vivo todo lo que ocurría en el estudio. Salíamos fuera a tomar aire, era muy intenso.

"Ferran y yo siempre encontrábamos el punto medio. Era difícil, pero en plan guay. Estaba muy vivo todo lo que ocurría en el estudio"

Te llevas la experiencia contigo.
Te lo juro, yo la experiencia la tengo como cuando vas de viaje, y miras atrás y dices: “cuánta vida”. Tengo la misma sensación.

¿Cómo se dio que Ferran Palau y b1n0 participaran en la producción?
Yo propuse trabajar con b1n0, y ellos fueron quienes trajeron a Ferran Palau, que ha producido otros discos ya y sabe que queda y no queda bien. Dijeron que tenía que venir Ferran porque si no se nos iría de las manos, que nos estaríamos demasiados días con un tema. Ferran marcó la disciplina.

¿Por qué decides explorar el drum’n’bass en ese disco?
A mí me ocurre algo bastante raro cuando tengo ganas de hacer canciones: me viene un sonido a la cabeza, el cual no estoy escuchando todavía. Es decir, en vez del proceso de “Yo escucho este tipo de música y como son mis referentes, hago este tipo de música”, lo que me ocurre es que me viene a la cabeza un tipo de canción o de beat, pero no tengo esas canciones en mi lista. Sé que está ahí, me suena, seguro que lo he escuchado, pero no forma parte de mis referencias. Por tanto, la búsqueda mía viene de tener que buscar esta música, lo que está sonando dentro de mi cabeza. Yo tenía el drum’n’bass en la cabeza, y, cuando empecé a encontrar canciones que mezclaban drum’n’bass y el pop, me di cuenta de que ya existía.

¿Qué cambio ves desde “Selva”, hace dos años, a “Todos mis novios”?
Para mí, “Selva”, desde una visión más conceptual o abstracta, diría que es una música muy visual. Le puedes poner paisajes y colores. Y “Todos mis novios” es puramente sonidos, puedes imaginarte más un instrumento. "Selva" era mucho más de fantasía. Elegía equis sonido porque quería una cierta imagen. En cambio, en “Todos mis novios”, que para mí ha sido un descubrimiento, ha sido como “vale, me gusta ese sonido porque me gusta el sonido”, sin necesitar imagen alguna.

Yo creo que es algo que se puede percibir.
Sí, "Todos mis novios" respira mucho más y más minimal. "Selva" tenía muchas capas de sonidos. No es ni mejor ni peor, son muy distintas.

A mí me hace mucha gracia la portada de “Todos mis novios”. Diría que hay gente que no la ha acabado de entender y gente a quien le encanta.
Sí, totalmente, o la amas o la odias. Es fuerte, porque nadie me había preguntado esto en las entrevistas y pensaba que era lo primero que me preguntarían. La portada iba a ser la foto sin retocar, pero un amigo me dijo: “mírate esta página de Instagram que hacen esto”. Y me hizo muchísima gracia, me pareció genial. Es una parodia tan extrema de la belleza, del filtro, de todo… Y a la vez, en la portada tengo las cejas hacia adentro como si estuviera sufriendo.

Sí, yo al principio vi la foto y me sorprendió. Pero después me hizo mucha gracia.
Es una parodia de mí misma. No quiero esconderme, quiero honrar todo lo que soy y reírme de mí misma. Con el título, todo es como una broma.

¿Por qué Justin Bieber? Te gusta Justin Bieber, pero te la suda, dijiste en una entrevista hace poco. ¿Es un título para llamar la atención?
Yo puse ese título por la vibe que me daba la canción. Ya está. A mí me gusta mucho trabajar desde un sitio intuitivo, y si tengo una intuición muy fuerte, pues lo hago. El título me encajaba muy bien. ¿Por qué? No lo sé ni quiero saberlo. Seguro que en mi subconsciente hay una explicación superlarga, pero no la sé ni quiero. Y no quiero que me pregunten e ir inventándome razones, lo que hacía mucho con “Selva”. Es bueno que la gente se dé cuenta de que pensamos demasiado, necesitamos respuestas por todo y con el arte lo bonito es jugar con el misterio de las cosas, confiar en lo que has creado.

Yo creo que aún le da más valor el hecho de que te salió de dentro y ni tú sabes la explicación, es una intuición tuya y, encima, es una canción muy escuchada.
Y lo fuerte es que a la gente le llega esto, no saben por qué se llama “Justin Bieber” pero les encanta. Y es la canción más escuchada. De un disco de drum’n’bass, la más escuchada es esa que parece una nota de voz. Es fuertísimo.

¿Cuál es tu favorita?
"Obsesión", y es la que menos se escucha. Y la de “Sorry” también, y son las dos últimas. Y me hace mucha ilusión que la más escuchada sea la de Justin Bieber, dice mucho de la gente. Les gusta la canción más sincera y más pura.

¿Por qué dices en la canción “No soy como la Bad Gyal, sino como el Jack Dull Boy [Jack Torrance de “El Resplandor”]? ¿Por qué lo sientes?
Porque es un personaje que se le pira la olla, tiene obsesiones, y a mí se me hace muy humano. Adoro a Bad Gyal, porque es ella misma, pero yo nunca podré ser Bad Gyal, la figura pura que siempre ha sabido quién es. Yo no, yo estoy ida de la olla y mi cabeza es un caos constante. Soy más Jack Dull Boy.

Hace nada presentaste "Todos mis novios" en la Sala Apolo como telonera de Oliver Tree. ¿Cómo surge?
Esto ha sido cosa del Primavera, porque como estoy en Primavera Labels, este concierto lo organizaba el Primavera Sound. Y le propusieron a Oliver Tree que nosotros fuéramos teloneras, les enseñaron un vídeo de YouTube de un directo, y le gustó. Fue una noticia muy heavy para mí, que soy superfan. Me gustó mucho tocar en Apolo, ver que sonaba tan bien y verlo todo tan lleno. Pensaba que me impactaría más de lo que me impactó.

¿Por qué?
Porque dos días antes canté con La Élite, la colaboración que teníamos, en Apolo, y me quité los nervios. Es una sala muy grande, pero realmente no lo parece. Tú estás allí y es un cuadrado pequeño. La experiencia estuvo muy guay, pero hubo sentimientos de todo. Desde estar en el escenario y rallarte porque hay gente que solo está allí por Oliver Tree, al mismo tiempo pasarlo súper bien porque estás allí… No sé. Fue una mezcla de emociones muy raras.

Que los seguidores de Oliver Tree te viesen te puede proporcionar un salto muy fuerte...
Yo pensé lo mismo. Pero nada. No hubo casi diferencia. Sí que hubo gente que decía que le había gustado mucho, pero no me subieron ni los seguidores ni las escuchas. He hecho más boom con otras cosas.

¿Cómo por ejemplo?
El otro día me compartió el álbum Belén Barenys y mis escuchas se han desbordado de repente.

Es que las redes sociales hacen mucho, a veces estamos más pendientes de la música que comparten los artistas en Instagram que de los conciertos.
Totalmente. Me hubiera gustado que al menos Oliver Tree hubiera colgado el cartel entero en el que salía mi nombre, pero entiendo que si tienes que hacerlo con cada concierto en cada ciudad... no sé. No estoy en su sitio, pero me hubiera gustado que me hubiera ayudado un poco. 

"Adoro a Bad Gyal, porque es ella misma, pero yo nunca podré ser Bad Gyal, la figura pura que siempre ha sabido quién es"

En el pasado habías dicho que era difícil para ti dar conciertos porque tu música era caótica y no encajaba fácilmente, ¿consideras que con “Todos mis novios” sigue pasando esto?
Ahora está bastante más definido, el sonido es más uniforme. También ayuda mucho que en Instagram he ido encontrando una estética. Esto hace que la gente te entienda más. Pero puede que cueste todavía: es pop, algo indie y algo de club también.

¿Y cómo definirías ahora tu estética? ¿Y qué influencias has tenido?
Me ha ayudado mucho mudarme a Barcelona, experimentar más con cómo me maquillo o con el pelo. Me teñí las puntas, me he teñido las cejas… Aquí en Barcelona nadie te mira, eres una más, y eso me hace sentir muy a gusto porque puedo ir probando. Ha sido a partir de escuchar el álbum que me he encontrado más. El álbum es muy definido, y empecé a ver que me gustaba mucho la ropa de patrones cuadrados y geométricos, y vi que esto tenía mucho que ver con el álbum. Porque si me imagino los sonidos visualmente, veo figuras geométricas. Y eso me pasaba con la ropa, me apetecía mucho comprarme cosas de cuadros, con colores muy contrastados.

Desde fuera se ve todo muy homogéneo, con coherencia.
Además, jamás me ha gustado elegir una estética que ya está hecha. Ser emo o ser dosmiles… Estás entrando dentro de algo, que está muy bien, pero a mí no me hace sentir bien. También quiero contar algo que hice que me ayudó mucho para encontrar mi estética. Aunque puede servir para música y para todo. Hice un vision board, como si fuera un mood board, donde te pones revistas, pegatinas, colores… Que tengas un abanico muy grande de cosas y se trata de ir empezando a poner en el board cómo te sientes, cómo quieres vestir… Y a mí me salió mucho mi estética y me ayudó mucho a conocerme. Lo miré y vi que había una estética súper bien hecha. Yo lo recomiendo mucho.

En una entrevista dices que de pequeña te daba vergüenza reconocer que te gustan cantantes como Rihanna. ¿Quién dirías que es ahora un artista que te gusta y la gente no sabe, como una especie de guilty pleasure?
Yo creo que ahora es al revés, ahora si eres un rock de indie tienes que esconderte. Es ridículo. Ahora últimamente no tanto, pero sí que ha sido algo que escuchaba muchísimo y es la banda sonora de “Coco”. Obsesión. Quizá no sea tan guilty pleasure, pero la canción de “Un poco loco”… un temazo.

Te relacionan con PinkPantheress, Clairo, Lara91k… ¿Qué te parecen estos parecidos?
Yo creo que resuenan mucho conmigo. Clairo no se parece nada a mí de sonido, pero cuando la escuchas hay una intimidad, entre lo que escucha y la canción, y creo o me gustaría pensar que por eso me encanta Clairo. Es muy personal y hace que haya una intimidad que quizá con otros artistas no ocurre tanto. Después, PinkPantheress es una referente. No me escondo, hay canciones del disco, como “Obsesión”, que podrían ser suyas. Pero es que para mí ha sido un ejercicio descubrir a esta tía y a partir de ella he encontrado mi estilo. Estoy súper contenta de haberla descubierto.

En una entrevista, PinkPantheress dice que si fuera por ella, haría conciertos de diez minutos porque no lo pasa nada bien haciendo directos.
Qué fuerte. Es que lo de los conciertos le pasa a mucha gente. Si pudiera solo componer, lo haría. Luego hago un concierto y me encanta, pero no lo necesito para vivir. Yo me lo paso muy bien en los conciertos, pero hay veces que estoy allí y pienso: “¿por qué estoy cantando esto si ya lo he escrito? Ya lo he sacado de mí”.

A veces los artistas estáis como obligados a dar conciertos, supongo, y no se debería.
Es que pienso así. Tú haces una obra tochísima, la cuelgas gratis y después tienes que sacarte la pasta haciendo conciertos. La gente que se escucha mi álbum debería pagar cincuenta euros, porque mi álbum vale esto. Y he de esperar a convencerles a que vengan a verme a un concierto… De hecho, he visto que en Spotify ahora puedes poner en tu perfil como un link de apoyo y lo tengo puesto. El icono es como una mano de donación, y claro no es una donación, en teoría estás pagando lo que debes pagar.

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