Hablar de Jimmy Eat World es hacerlo de uno de los grupos más respetados de la penúltima generación del rock adulto norteamericano, algo que llamamos emo durante unos años.
Su líder, Jim Adkins, nos pone al corriente de su inminente lanzamiento, su octavo álbum largo ya: “Damages”. “Queríamos alejarnos de casa y concentrarnos para hacer algo diferente. Decidimos grabar en Los Angeles, donde conocimos a Alain Johannes, que es un virtuoso de múltiples instrumentos, y ha aportado bastante al disco. Creo que en el anterior disco pensamos en exceso, eso ha cambiado en este”.
Lo cierto es que se aprecia, como en realidad pasa con toda su discografía, un paso del tiempo casi imperceptible y paralelo al de los propios componentes de la banda. Algo que Adkins admite. “Ya no soy un veinteañero viviendo algunas cosas por primera vez. Ya no hay tanto descubrimiento, para ser honesto”. Sin embargo ríe al darnos cuenta de que el año que viene cumplen su vigésimo aniversario. Los mismos que empezaron. “Aun somos jóvenes, ¡empezamos muy jóvenes! Al final el respeto y controlar los egos es una buena receta. Y no me hubiera imaginado nunca estar donde seguimos estando”.
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