"Ya me di cuenta de que no soy Crosby, Stills ni Nash"

Daniel Merino y sus Jeremías Johnson publican “El Placer De No Hacer Nada” (La Produktiva Records), su cuarto trabajo de estudio y nueva inmersión en la canción de autor

Desde la portada, sentado, en medio de un paisaje nevado y con las manos en los bolsillos, el getxotarra contempla relajadamente el horizonte, sintetizando de paso sus fetiches: el frío y la tranquilidad. Y subyaciendo a todo, el rock, por supuesto. “En esta canción (que da título al disco) hablo del placer tomarse un tiempo para `disfrutar de no hacer nada´. Reflexionar, estar tranquilo, unas vacaciones a solas con uno mismo y con la guitarra claro...”.

Los que le conocemos desde The Gravestones (allá en los noventa), le hemos visto evolucionar en busca de unas directrices más sencillas en clave singer-  songwriter. Él mismo hace prontuario: “Musicalmente quizás al principio era más pop, intentaba cantar cosas demasiado difíciles para mí, pero ya me di cuenta de que no soy Crosby, Stills ni Nash. En mi primer disco había algunas letras más etéreas o crípticas, ahora prefiero contar una historia y crear una sensación en el oyente, que contar una sensación y que el oyente cree la historia a partir de retazos sueltos. Para mí supone un reto contar bien algo en pocos versos. Soltar frases biensonantes me parece menos meritorio. Se puede caer fácilmente en el rollo pseudopoético y pretencioso que utilizan muchos cantautores rock actuales españoles. Soy una persona comunicativa y sencilla, puedo hablar de mis cosas abiertamente”.

Y la mejor forma es en el directo, el sitio natural de Merino. La crónica de “Un Día en la Carretera”, cerrando el disco, da fe de ello. ¿Esto es como tener hijos? ¿Es duro, pero compensa?: “No sé si compensa pero para mí tocar en directo es una especie de necesidad vital. Es una experiencia impagable, aunque no esté muy bien pagada la verdad”. Produce Hendrik Roever, líder de Del Tonos y un estandarte del rock de guitarras de raíz anglosajona cantado en castellano: “La experiencia ha sido muy buena, es parte de la historia del rock en castellano y uno de los mejores guitarristas de España. Su papel en este disco es clave, me ayudó con algunas letras,  y su sello está en arreglos, coros, melodías...”.