“Hemos querido recrear una frontera para resguardarnos de un mundo corrupto”
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“Hemos querido recrear una frontera para resguardarnos de un mundo corrupto”

Tom Hagen — 23-07-2018
Fotografía — Archivo

El trío de skatepunk de Mungia vuelve a resurgir con su nuevo trabajo titulado “Borderline”. Veinte años después de la publicación de su anterior disco, recuperan su esencia con cinco temas acelerados y llenos de melodía, al más puro estilo XXL.

Volvéis tras muchos años. ¿Cómo surgió la idea de juntar de nuevo la banda?
Todo comenzó con el derribo previsto del viejo skatepark de Mungia en el que nació la banda. Un día, parte de la asociación Malen Skate Kluba nos reunió para proponernos juntarnos de nuevo y homenajear la pista ofreciendo un concierto conmemorativo.

¿Cómo recordáis ese concierto en el Skatepark de Mungia?
La verdad es que recordaremos el concierto como uno de los más emotivos de la banda. Se juntaron varios factores como la nostalgia, la cerveza, el sol, el skate, el reencuentro con viejos amigos, ver de nuevo a Eddie Reategui (quien fue el encargado de inaugurar la pista hace 28 años) y las ganas que tenía el público de recordar las canciones que seguían en sus memorias, lo cual hizo que dicho día fuese especial para todos los que nos congregamos allí.

El skate y XXL siempre han ido de la mano, ¿no?
Sin el Skate XXL no existiría y no nos gusta promocionar el skate como parte del grupo, pero es así. Comenzamos viendo videos de patín a principios de los 90 como Plan-B, Ban This, Public Domain o Inside Out, de las que nos encantaban las bandas sonoras. Investigábamos de qué grupos se trataba leyendo revistas como Thrasher o Skate Magazine, y mediante amigos de Bilbao con los que coincidíamos patinando, conocimos la pequeña pero gran tienda llamada Discos BOLAN, el Santo Grial (a buen entendedor, pocas palabras).

El grupo se creó en 1990, un momento en el que no era habitual ver bandas en formato de trío y que cantasen en inglés. ¿Cómo fueron esos inicios? ¿Qué grupos os influyeron?
Después de sudar la camiseta intentando mantener el equilibrio sobre la tabla, necesitábamos llenar las noches de los viernes y sábados para seguir soltando adrenalina, y así surgió la banda, un poco a lo loco para llenar ese vacío. No nos planteamos en ningún momento si éramos trio o cuarteto; nos juntamos por la afinidad musical que nos unía en ese momento y lo del idioma es debido al origen de las bandas qué escuchábamos, en su mayoría Californianas tipo Bad Religon, Face to Face, Big Drill Car, Operation Ivy o Green Day. Supongo que no queríamos romper la fórmula de origen.

Vuestra maqueta tuvo repercusión y contiene muchos de los temas más emblemáticos de XXL. Más de uno sacó fuego a ese cassette. ¿Seguís tocando esas canciones? ¿Habéis pensado regrabarlas en algún momento?
¡Jejeje! Nosotros también le dimos fuego a la maqueta y al salir a la venta fueron cambiando las cosas, pues tuvo una gran aceptación por parte del público y el grupo pasó de estar en un segundo plano a un primero. Sí que nos planteamos regrabar las canciones modificando las composiciones, pero decidimos no hacerlo, pues creímos que perderían la esencia de antaño. Entonces, se nos ocurrió grabar un directo en el Guretxoko Skatepark como recopilatorio para recuperar las viejas canciones y mejorarlas en sonido manteniendo así su esencia inicial (hoy en día las seguimos tocando).

Sacasteis un par de discos, “Day by day” (1996) y “Bingo” (1998). En este último pasasteis a cantar en castellano. ¿Cómo fue vuestra evolución esos años?
El “Day by Day” también tuvo una gran acogida por parte del público y seguíamos con la agenda de los conciertos, estábamos al 100% de energía y era un gran momento para la banda. Pasado un tiempo, el HC melódico explosionó y comenzó a ser algo monótono para nosotros, disminuyendo así nuestra motivación. Teníamos unas cuantas canciones compuestas y decidimos cantarlas en castellano, quizá para romper un poco con esa monotonía que arrastrábamos, y el resultado fue el “Bingo”, del cual nos quedó una sensación algo agridulce. Resumiendo, disminuyó la intensidad de la ilusión y eso quedó reflejado.

En el 2000 paráis. ¿Visteis que era el momento adecuado? Algunos continuasteis con otros proyectos como “Los Moñas”.
Después de editar el disco de “Bingo”, teníamos bien claro que era el momento de parar, ya que no queríamos romper la entidad de la banda y lo que comenzó siendo una liberación, terminó siendo una monotonía. Pasamos página tomando así cada uno de nosotros su propio camino, en el que de uno de ellos nació “Los Moñas”, un proyecto liderado por nuestro amigo Iván Moñas en el que la idea fue ayudarle a dar vida a sus canciones para desconectar del mundo y reírnos de nosotros mismos.

Llega vuestro retorno con unos conciertos puntuales cuando sorprendéis sacando un nuevo disco titulado “Borderline”, recién salido del horno. ¿Cómo ha sido el proceso?
La verdad es que nos dejamos llevar por la inercia. Una vez que retomamos los ensayos a causa del concierto homenaje que ofrecimos, también compusimos nuevas canciones. Una cosa nos llevó a la otra y terminamos grabando 5 temas.

Este nuevo trabajo contiene temas de primer nivel como “Dreamer boy”, al más puro estilo XXL. ¿Cómo surge el disco? ¿Teníais claro el sonido que queríais o la vuelta al inglés?
Hemos ido muy poco a poco pensando cada paso que dábamos, pues queríamos mantener la naturaleza de la banda y decidimos volver a nuestras raíces. Teníamos bien claro lo que queríamos, tanto en composición, como en sonido e idioma. Hemos creado un viaje nostálgico adaptándonos a la actualidad, en el que tanto la crítica como la aceptación del disco por parte del público han sido brutales.

¿De qué hablan estas canciones? ¿Y el título “Borderline”?
De rabia social, de falsas democracias, de lo que sentimos cuando patinamos, de las ganas de vivir o de la pérdida de fe; vamos, un coctel de nuestras inquietudes. El título “Borderline” viene a significar límite o línea fronteriza, y, por otra parte, en ciertos lugares adopta el significado de TLP, trastorno límite de la personalidad. Hemos querido recrear una frontera o un límite virtual para resguardarnos de un mundo corrupto totalmente desmedido de personas sin sensibilidad en el que nos ven como unos trastornados o unos “borderline” en este caso.

¿Cómo ha sido la grabación?
Decidimos grabar con Mario Martín, un amigo de toda la vida que tenía su casa habilitada como estudio de grabación. Lo que comenzó como una pregrabación, terminó siendo un trabajo de lo más profesional. Fue como grabar en casa, ya que podíamos repetir todas las tomas que queríamos sin presión, sin tiempo, y todo esto junto al gran trabajo que hizo Mario, quien ha sido un auténtico profesional.

El 24 de agosto tocaréis en el Kafe Antzokia junto a Lukiek, el grupo más prometedor de vuestro pueblo, Mungia, en un concierto que promete ser especial. Os juntaréis dos generaciones muy potentes. ¿Qué podrá verse ese día?
Como dices, veremos nuevas promesas y por nuestra parte lo daremos todo como siempre; vamos, que tocaremos mal y contaremos chistes malos, jejeje.

¿Será un concierto puntual o tenéis intención de seguir tocando?
Pues la idea es llevar a cabo una mezcla de las dos cosas que mencionas, seguir tocando puntualmente.

Próximas fechas:

- 24 de agosto en Kafe Antzokia (Bilbao)
- 9/10 Noviembre en Festival Gasteiz Calling (Vitoria-Gasteiz)

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