Moulding resulta ser un tipo afable e incontestablemente británico, satisfecho con lo que hace a pesar del tiempo que lleva y encantado de hablar de ello. “Cada vez nos gusta más lo que hacemos. Nos encanta escribir canciones y componer discos. Además, el no haber tenido nunca éxito nos mantiene hambrientos y en forma”. Quizá no parezca muy apropiado hablar de falta de éxito en un grupo que se ha convertido en un standard de calidad para infinidad de músicos de generaciones más jóvenes; un grupo capaz de entregar una quincena de álbumes tremendamente sólidos, algunos de los cuales contienen momentos de indudable perfección pop. “Me refiero al éxito en relación a las ventas. Nos consideramos exitosos porque hacemos la música como nos gusta, pero no en el mercado. No sé muy bien por qué. Quizá en el pop falte esa figura de cult band propia del rock y a los medios les guste mantenernos a nosotros en esa posición”. Puede que también tenga algo que ver la fidelidad a un determinado estilo de componer. Una canción de XTC, con su apariencia amigable y sencilla y la entonación agridulce de Andy Partridge, es siempre reconocible, más allá de las muchas modas que han visto pasar. “Nunca hemos prestado atención a las modas. No es bueno estar condicionado por ellas o dejarte llevar. Nosotros preferimos ser intuitivos con nuestros sentimientos y dejar que nuestra música sea como nos apetece en cada momento”. Eso significa que las canciones de XTC reflejan el estado de ánimo de sus miembros. Y esas canciones hablan de historias cotidianas de personas cotidianas. Siempre con un tono amargo pero esperanzado, aparentemente desencantado pero cargado de ilusión. “Tienes razón. Hay poca gente que haya caído en eso. Nuestras mejores canciones son las que mezclan las emociones, las que incluyen sentimientos encontrados. Pena y esperanza. Desánimo y felicidad. Creo que ese permanente estado de melancolía se adquiere a través de los años, como un proceso de aprendizaje. Y sí, tanto Andy como yo somos así y así son nuestras canciones”.
Desde hace poco XTC funcionan como dúo. Dave Gregory, incorporado casi en los orígenes, dejó el grupo después de un montón de años de buenas relaciones. Una de las causas fue la negativa de Partridge a hacer directos, después de un tour que lo dejó particularmente exhausto, tanto física como emocionalmente. “Es cierto. Dave quería hacer conciertos, sentir el escenario. Él es más un músico que un escritor de canciones. Y se fue. Pero de momento funcionamos muy bien como dúo”. Desde luego que sí. “Wasp Star”, su último trabajo, segunda parte de aquel “Apple Venus Volume 1” de hace un par de años, rebosa frescura y vitalidad compositiva. Y la buena salud que la carrera de XTC retomó desde que dejaron Virgin, fundaron Idea Records -su propia discográfica- y se asociaron con la modesta Cooking Vinyl para la distribución. “Ahora somos más libres. Desde “Senses Working Overtime”, lo más parecido a un hit que hemos tenido, Virgin insistía en vernos como una banda orientada a las listas de éxitos. Y está claro que no lo somos. Teníamos problemas con el material, no nos dejaban hacer los discos que queríamos. Ahora sí podemos, aunque tenemos otros problemas. “Apple Venus” y “Wasp Star” deberían haber formado parte de un doble compacto, pero no había dinero. Así que el segundo lo hemos grabado ahora. Es material escrito entre 1992 y 1996 y, en comparación con el volumen anterior, es más eléctrico”. ¿Y ahora? “Acabar la promoción, recuperar la normalidad y volver a escribir. Vivimos en una época de consumo inmediato, pero nosotros seguimos creyendo que las canciones hay que crearlas con tiempo y calma. Por eso nuestras canciones requieren más de una escucha para ser comprendidas. Pero es como nos gusta que sean”. Y se queda tan tranquilo. Lo que decía al principio: hay grupos que merecen que nos postremos ante ellos por hacer del pop algo grande y duradero.
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