"Buscábamos un sonido perfecto, que todo estuviera muy pulido y cuidado”
EntrevistasWolf Alice

"Buscábamos un sonido perfecto, que todo estuviera muy pulido y cuidado”

Álex Jerez — 21-06-2021
Fotografía — Archivo

Los británicos Wolf Alice han llegado muy dentro de sus fans. Lo han conseguido combinando rabia y sensibilidad, manipulando la emoción. Y, obviamente, su nuevo y esperado Blue Weekend (Dirty Hit/Music As Usual, 21) no iba a ser una excepción.

Es increíble la capacidad de conexión que tiene Wolf Alice con sus seguidores. Cuando “The Last Man On Earth” salió a la luz, como single de presentación de Blue Weekend, las redes sociales se llenaron de videos de fans llorando emocionados felicitándoles, dando las gracias al grupo por la canción y por seguir siendo capaces de regalarles temas con los que sentirse identificados. “Este nuevo disco está repleto también de subidas y bajadas emocionales como el anterior. No todo es oscuridad y tampoco todo es luz. Nos gusta siempre tener un poco de ambos mundos. Si todo fuera oscuridad, depresión y mentiras sería demasiado nauseabundo”, me comenta Ellie Rowsell sobre las nuevas canciones. El nuevo álbum de Wolf Alice tiene un poco esa energía de renacer tras la oscuridad, de dejar el pasado atrás, abrir las alas entre las cenizas, secar tus lágrimas y seguir hacia adelante. Hay mucha tristeza, pero también esperanza de un futuro mejor y hasta romanticismo. Un ejemplo de ello es ese salto folk que supone “Safe From Heartbreak (If You Never Fall In Love)” en mitad del disco y que no les habíamos escuchado hasta ahora. “Estaba con mi hermano escuchando ‘Hammond Song’ de The Roches sentados en una especie de hoguera. Dije: ‘Madre mía, ¿qué es esto? Me encanta esta canción’. Y pensé que necesitaba escribir una canción con un viaje vocal tan espectacular como este. Esa canción fue compuesta por tres hermanas generando unas armonías espectaculares y yo quería conseguir algo así. Estuvimos barajando varias versiones que sonaban muy bien con mayor peso del bajo, guitarra y percusión. Pero, terminamos despojando el tema de todo eso, y haciéndolo más acústico, porque al fin y al cabo parte de una inspiración mucho más folk”. O, por ejemplo, esa maravillosa “No Hard Feelings” que incluye como referencia el “Love Is A Losing Game” de Amy Winehouse y esa imagen mítica en la bañera que todos tenemos en mente del videoclip de “You Know I’m No Good”. “Amy nos parece una artista realmente inspiradora. Ella era increíble”.

"Queríamos hacerlo a lo grande y que alcanzara la mayor calidad posible".

Este nuevo proyecto es una colección de las canciones favoritas que han compuesto los miembros del grupo de forma individual desde sus casas o que habían acumulado en la pasada gira. Al reunirse de nuevo para construir Blue Weekend, cada uno de ellos presentó su propio bloque de demos de las que han acabado saliendo los temas definitivos del álbum. Joff Oddie (guitarra) explica que, a día de hoy, no saben hacer álbumes conceptuales, que se lo han planteado, pero que su línea de trabajo sigue siendo la de apostar simplemente por las canciones que verdaderamente les apasionan como es el caso de “Lipstick On The Glass”. Tema que formaba parte de las demos de Ellie y en la que la líder realiza un trabajo vocal espectacular. “Tengo un recuerdo muy lúcido del momento en el que estábamos escuchando la canción frente al ordenador, o lo que fuera. Y yo decía ‘vale, sí, mola, es una canción genial’. Y en cuanto entró el estribillo recuerdo levantarme de la silla de golpe y decir ‘¡Dios mío, es un temazo!’. Así que sí, comparto contigo que es una de mis canciones favoritas de este disco también. Recuerdo además que no fue un tema fácil de grabar. Hicimos muchas versiones hasta encontrar las bases definitivas de lo que es a día de hoy. Probamos todo tipo de instrumentación, tres juegos de batería, guitarra clásica… Y jugamos con cosas que no habíamos tocado hasta ahora en nuestro repertorio. Creo que esta canción nos saca un poco de la comodidad a la que estábamos acostumbrados. Siento que es un tema en el que hemos arriesgado, definitivamente”, explica Joff.

Tras el aplaudido “Visions Of A Life”, un disco que en 2018 les convirtió en el grupo más importante del Reino Unido al recibir el Mercury Prize, el grupo se ve expuesto a una enorme presión con Blue Weekend y las expectativas generadas. Aún así dicen que tienen la gran suerte de haber sorteado con éxito todas las locuras que llegan cuando te expones a los medios de comunicación. Que la gente no ha terminado entrometiéndose en sus vidas ni se han obsesionado por cosas fuera de lo que es su carrera músical. “Todo el mundo se ha portado de una forma increíble con nosotros. La verdadera presión con este disco en realidad está en que los cuatro tenemos unas expectativas muy marcadas con las nuevas canciones, hemos apostado mucho por ellas y esperamos que se haga justicia. Nos hemos dejado la piel para que sonaran lo mejor posible. Y, la verdad, creo que hemos conseguido lo que queríamos y que a la gente a la que les gustamos les gustará, porque a nosotros nos gusta”, cuenta Theo Ellis (bajista). Quien, a su vez, explica que tiene la sensación de estar viviendo como en una especie de doble vida, ya que asegura que a día de hoy, a pesar de formar parte de una banda como Wolf Alice, podría ir a comprar a cualquier tienda y nadie le reconocería. “Lo bueno es que eso te permite quitarte la máscara, ponerte el pijama y desconectar. Pero que conste que con esto no quiero decir que no nos entreguemos a tope al rock and roll”, añade entre risas. Y es que la banda no ha tenido miedo alguno con este nuevo álbum a apostar todo a su caballito ganador y se han dejado la piel para que el grupo diera el salto que se merecía. En tiempos en los que está tan de moda el DIY, grabar y producir todo en casa. Ellos se han lanzado a grabar todo a lo grande e ir a un estudio muy al estilo de “la vieja escuela”. Aseguran que el principal motivo es que desde el principio querían que las canciones crecieran todo lo posible, evolucionaran y sonaran como nunca. Por esta misma razón, han contado también para la producción con una figura de primera línea como es Markus Dravs (Florence + The Machine, Arcade Fire). Aunque tienen muy claro que esto no les asegura para nada el llevarse un Grammy a casa. “No sé si seguiremos haciendo discos así. Pero, la verdad es que cuando tienes una banda te das cuenta de que una buena grabación necesita un gran espacio. La batería, todo el montaje, varios micrófonos, el equipo de sonido… Todo necesita su lugar. Hay mucha gente que lo hace de una manera híbrida grabando parte del material en casa y usando el estudio para cosas más precisas. Pero nosotros queríamos hacerlo a lo grande y que alcanzara la mayor calidad posible. Buscábamos un sonido perfecto, que todo estuviera muy pulido y cuidado”, comenta Theo. “Para ‘The Last Man On Earth’ recuerdo por ejemplo recorrer todas las habitaciones en busca del piano perfecto. Hasta que te das cuenta de que eso es imposible por mucho tiempo que lleves en la industria”, apunta Joel entre risas.

“Le hemos pillado el gusto a tocar con más músicos en el escenario. Vamos a tocar con muchas cuerdas y sí se podría decir que nos inspiramos en Arcade Fire". 

Sin lugar a duda, Wolf Alice se han convertido en un ejemplo de crecimiento e inspiración para los nuevos grupos británicos. Con solo tres discos en el mercado han conseguido ganarse el aplauso de la crítica y también el cariño de gran parte del público comercial. Tienen claro que necesitan experimentar para que la banda siga con la salud que posee a día de hoy y no quitan ojo a los nuevos talentos que han aparecido en su tierra en los últimos años. Incluso tienen sus favoritos. “Me encanta Pa Salieu, un rapero de Coventry que ha ganado BBC Sound. A veces el mundo del rap acaba lanzando artistas con sonidos demasiado similares. Y creo, de verdad, que él ha conseguido dar un salto. Tiene un sonido muy fresco y usa muy bien los sintetizadores ochenteros. Creo que ha empujado de nuevo el género hasta otro lugar y además es muy un artista con un gran carisma. De los que más me han inspirado en el último año”, explica Theo mientras que Joel apunta que el último disco de Shame ha sido uno de sus favoritos de este 2021 y remarca la increíble evolución del grupo. Se nota perfectamente que Wolf Alice sigue siendo el mismo grupo de amigos de siempre, se respetan, se adoran y eso se ve en el resultado final de cada proyecto. Para la grabación de Blue Weekend incluso se vieron encerrados en una casa todos juntos por la pandemia, conviviendo día tras día sin descanso y eso podría haber acabado con cualquiera. El grupo lo llevó muy bien pero, eso sí, cuando terminaron de grabar el material decidieron darse un tiempo para desconectar y dejar atrás un periodo tan intenso. “A veces no encuentras la forma de cerrar una canción al cien por cien, especialmente cuando no logras despegarte de ella, y puede llegar a convertirse en un proceso muy duro”. Sin embargo, Ellie asegura que toda esa presión impuesta les sirvió también para mucho a la hora de focalizar en los nuevos temas y olvidarse de todo lo demás. “La parte positiva de vernos encerrados todos juntos en una casa es que pudimos experimentar y entregarnos por completo al proyecto. Y muchas veces eso es imposible en una situación normal, bien sea por motivos de trabajo o personales”.

Feminismo y redes sociales

Han tenido la suerte de poder evolucionar en un mercado lleno de obstáculos, de tener el aplauso de todos y de poder escapar de una industria que sigue estando cargada de desigualdades e injusticias. Y mucho más si la líder de tu banda es una mujer. “Creo que se habla mucho de luchar por la igualdad y por una representación justa de la mujer en la industria musical. Pero, sinceramente, aún no hemos visto resultados de todas esas conversaciones. Solo tienes que mirar las listas de nombres de muchos festivales que se celebran, por ejemplo, aquí en el Reino Unido. Hay un enorme desequilibrio con respecto a la cantidad de grupos masculinos que se contratan frente a los femeninos. E igual pasa con todo el personal que trabaja con esos artistas. Así que, la verdad, creo que es innegable que se podría trabajar mucho más para intentar equilibrar la balanza. Al menos es lo que yo pienso. Es un tema muy complicado de tratar y a la vez muy interesante”.

Con temas como “Smile”, Wolf Alice lanza un mensaje con este disco a todas esas críticas vacías en las redes sociales y todos esos juicios de valor sin fundamento. Cómo alguien puede llegar a hablar de ti sin saber ni siquiera quién eres. Y también es una crítica a los medios de comunicación, a la imposición de determinadas ideas y a las noticias falsas que llenan de basura muchos de ellos. “Bueno, yo creo que al fin y al cabo las redes sociales han permitido que la gente pueda defenderse de opiniones que no les representan o son falsas. Les han dado poder”, explica Ellie. “Sí, han conseguido que se genere debate y que no nos centremos en que la única opinión válida es la que nos dicen los medios de comunicación. Es increíble cómo han acabado con todo eso y creo que aún nos queda mucho por ver. Y sí, es muy difícil protegerse emocionalmente de las opiniones de las redes a día de hoy. Y más cuando hay personas que están veinticuatro horas al día comentando sin parar. Es difícil lograr separar todo y que no te afecte en el mundo real”, añade Theo.

“Hemos pasado por muchas fases con este material y nos hemos dejado la piel para que sonara poderoso y lo mejor posible".

El lanzamiento de Blue Weekend coincide con el fin cada vez más cerca de las restricciones por la pandemia. Con la esperada llegada de nuevas medidas que nos hagan recuperar cada vez más la libertad que desapareció con el 2020. Y eso incluye, por supuesto, poder vivir los conciertos en las mismas condiciones que lo hacíamos en el pasado. He podido ver a Wolf Alice cuatro veces en directo y no me imagino la energía de sus conciertos agarrado a una silla blanca de plástico y sin poder levantarme. Creo que ellos tampoco, la verdad. “Nos morimos de ganas de entrar a tocar a cualquier garito, oler a cerveza rancia y que todo el mundo se ponga a saltar a nuestro alrededor. Pero tío, eso aún está muy lejos. Hasta principios del año que viene nada. Eso sí, seguro que va a ser muy emocionante”, explica Theo. Como novedad, les veremos encima de las tablas con muchos más músicos a su alrededor, parece ser que la grabación de “Blue Weekend” les ha llevado a abrir su universo a artistas ajenos al grupo y se lo han pasado bien haciéndolo. Esto claramente significa dar un salto en la puesta en escena del grupo y apostar por un tour mucho más ambicioso que no nos pensamos perder. “Le hemos pillado el gusto a tocar con más músicos en el escenario. Vamos a tocar con muchas cuerdas y sí se podría decir que nos inspiramos en Arcade Fire [risas]”, explica Ellie.

Una vez pasada la frontera de “Visions Of A Life” y la consolidación de la banda. Blue Weekend supone el regreso por todo lo alto de Wolf Alice y una clara declaración de intereses por parte del grupo de llegar a un público más masivo, romper todo tipo de limitaciones del pasado e ir a por todas. Y, lo mejor de todo esto es que lo han conseguido sin generar ni una sola arista en la identidad del grupo y en la sólida imagen que desde el principio han proyectado. Su tercer álbum es una clara apuesta por un sonido mucho más pulido, perfeccionista, por hacer todo a lo grande y ver hasta dónde son capaces de llegar sus canciones. Pero siguen teniendo muy claro lo que les define como grupo y eso les hace aún mejores. “Hemos pasado por muchas fases con este material y nos hemos dejado la piel para que sonara poderoso y lo mejor posible. Pero, bueno, está claro que cuando todo el mundo empiece a hablar del disco en redes nos afectará también. Es inevitable”.

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