¿Qué te ha motivado para escribir estos nuevos temas? ¿De dónde ha venido la inspiración para componer las canciones de “Excuse Me While I Vanish” (Chrysalis, 23)?
Las canciones surgieron de mí, preguntándome acerca del valor de mi creatividad autoindulgente en un momento en que lo que necesitaba era ser desinteresado y práctico. En el primer confinamiento, mi esposa estuvo trabajando en primera línea de una organización de salud mental, así que estaba ayudando a personas reales con problemas reales durante un episodio muy real en la existencia de nuestra sociedad. Me obligué a cerrarme al mundo (incluida mi familia) y hurgar en mi propia cabeza, mientras todo parecía un poco vacío e innecesario. Me pasó hasta el segundo confinamiento, cuando me di cuenta de que, por el bien de mi propia salud mental, escribir y crear música a partir de mi imaginación era esencial. El álbum es un intento de reconciliar la distancia entre esos dos mundos.
¿Qué tipo de disco querías hacer? Me refiero a qué aspecto querías que tuviera este disco que, por cierto, ha sido producido por vosotros mismos.
Queríamos que fuera audaz y sin relleno, apuntando hacia la eficiencia de la canción y la producción. Cada parte, ya sea letra, guitarra, percusión o cualquier otro elemento, está en contacto con las otras partes.
“De mi carrera previa a William The Conqueror aprendí quién no era”
¿Cómo y dónde fue grabado “Excuse Me While I Vanish”?
Lo grabamos en una antigua capilla en el estudio de Owain Jenkins en Pembrokeshire, Gales, llamada StudiOwz. Es un estudio muy antiguo, con muchos equipos antiguos encantadores con los que tocar. Y todo funciona impecablemente, por lo que no tienes que perder el tiempo tratando de deshacerte de zumbidos y fallos. Fue un absoluto placer.
“The Bruises” es uno de los sencillos adelanto de “Excuse Me While I Vanish” ¿Qué puedes contarme acerca de esta canción?
Es una canción muy personal sobre recuerdos y encuentros muy específicos de mis veintitrés años de matrimonio. Esencialmente, trata de ilustrar cuán diferentes son mi mundo y el de mi esposa, pero espero que siempre haya un camino de vuelta ¡Es un poema épico disfrazado de canción rock de los 70!
Aunque el primer single del álbum fue “The Puppet And The Puppeteer”.
De nuevo, el tema es muy personal y tal vez ni siquiera fuese una historia mía. Pero está escrito de manera que lo deja abierto a la interpretación. Alguien dijo que trata acerca de William y de mí, de quién controla a quién, lo cual es perfectamente válido y tal vez esa sea una explicación incluso mejor que la real.
¿Cuáles son, en tu opinión, las principales diferencias entre “Excuse Me While I Vanish” y tus discos previos? ¿Qué hay de inédito en este nuevo disco?
Este lo produjimos nosotros mismos, y creo que capturamos la crudeza y energía que todos sentíamos al haber sido abandonados a nuestra propia suerte.
Me gustaría que me comentases que significa para ti cada uno de tus discos previos, comenzando por tu debut, “Proud Disturber Of The Peace” (Loose, 17).
Fue un ejercicio para descubrir qué o quién era William. Grabamos muchas más canciones de las que terminaron en el álbum, filtrando y filtrando cosas que no nos decían nada. Es un disco marcado por la inocencia y la confianza de la juventud. Y derivado de poner toda tu cabeza al servicio de lo que puede dar de sí tu imaginación.
¿Qué piensas ahora cuando escuchas “Bleeding On The Soundtrack” (Loose, 19)?
“Bleeding On The Soundtrack” fue una colección más oscura de canciones, que produjimos con Ethan Johns, quien a su vez le dio vida al enseñarnos cómo dejar respirar a un disco, capturando un momento en lugar de pensar demasiado en cada pequeño detalle hasta rozar la locura. Hace tiempo que no lo escucho, pero me imagino que me sentiría bastante bien al pensar en lo lejos que hemos llegado como músicos desde entonces.
“Mi colección de discos no ha crecido mucho estos últimos años porque no puedo permitírmelo”
Y por último estaría “Maverick Thinker” (Chrysalis, 21), que fue tu último álbum antes del presente “Excuse Me While I Vanish”.
“Maverick Thinker” lo hicimos en Los Ángeles en los estudios Sound City con Joseph Lorge, que ha trabajado con Blake Mills, Dylan o Feist entre otros. Joseph entendió totalmente de qué se trataba y lo coprodujo con nosotros, lo cual fue un privilegio. Estábamos tan preparados para hacer el álbum que lo logramos en unos ocho días, lo cual fue una suerte porque tras esos ocho días nos echaron de Estados Unidos ya que el mundo se confinó. Está ligado a muchos recuerdos nostálgicos muy pertinentes, así que me gusta sumergirme en ese álbum.
¿Qué aprendiste de tu carrera en solitario antes de crear William The Conqueror?
Aprendí quién no era.
En tu música se mezcla pop, folk y americana ¿Cómo ves tú cada uno de esos géneros y cuál es tu fórmula para mezclarlos con la intención de hacer canciones?
En mi opinión, las canciones provienen más del blues que de cualquier otra cosa. Si pudiera traducir lo que escucho en mi cabeza al mundo real, no creo que nadie lo etiquetase. Me encanta todo tipo de música y desearía poder tocar a mejores niveles, pero lamentablemente mis manos están “hechas de jamón”. El secreto es que trabajo muy duro.
Lo cierto es que tu sonido no es precisamente el más tradicional de tu país ¿Por qué prefieres estos sonidos provenientes de Estados Unidos por encima del de las bandas clásicas británicas?
En realidad, crecí escuchando únicamente la música que tocaba mi padre. Le gustaban mucho Dylan, Cohen y Young. Luego descubrí el grunge que, por supuesto, salió de Seattle. Esas son las cosas de las que aprendí, así que supongo que es por eso que ahí encuentro mi camino. No es necesariamente que los prefiera, pero cuando me expreso honestamente es ahí donde perece que llego.
Tienes planeada una gira por tiendas de discos ¿Qué perspectivas tienes con este tipo de conciertos?
En realidad, son pequeños conciertos extraños. Pero los disfrutamos y para nosotros cualquier oportunidad de tocar juntos es bienvenida. Somos una banda bastante ruidosa y tocar en tiendas de discos significa rechazar todo eso y estrujarnos. Es una forma magnífica de tener que reimaginar la canción. Puede volver a conectarte con ellas de maneras que no siempre esperas.
Por cierto ¿Eres coleccionista de discos?
Lo sería si pudiera permitírmelo. Mi colección de discos no ha crecido mucho estos últimos años.
Un poco más tarde, en octubre, girarás por salas de Reino Unido ¿Qué expectativas tienes con ese tour?
Los conciertos son una oportunidad para unir todo lo que hacemos y presentarlo en la forma en que se supone que debe escucharse. Los festivales son geniales, pero solo tienes entre 45 y 60 minutos. Nos gusta emprender un viaje un poco más largo que ese y, con suerte, arrastrar al público hacia nosotros. Ha pasado cierto tiempo desde que hicimos un concierto que no fuera en un festival o un evento promocional. Tengo muchas ganas de deshacerme de las limitaciones que implica eso.
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