Sobre “Imaginaciones”, Whisky Caravan aseguran que, además de ser su mejor trabajo, es también el más optimista. Y eso, a pesar de haberse gestado durante la crisis sanitaria y de no saber si será el último que graben. Tratamos de esclarecerlo todo con su cantante, Danny Caravan.
Para una banda, grabar un disco en directo es siempre como cerrar un capítulo y abrir otro. Vosotros lo hicisteis con el anterior, “No sueñan fantasmas”. Ahora llega “Imaginaciones”, ¿ha sido como empezar de cero?
En gran parte sí. Cuando grabamos “No sueñan fantasmas” sentíamos que era una manera de cerrar un ciclo. Fue totalmente necesario para nosotros ese momento de pararse a pensar dónde estábamos y en qué momento se encontraba la banda. Con “Imaginaciones” hemos sentido que volvíamos a nacer de algún modo. Tiene la mentalidad de un primer disco, al menos desde el punto de vista de la ilusión y las ganas que hay puestas en él. Somos cuatro años más viejos desde que sacamos “La guerra contra el resto”, pero nos sentimos diez años más jóvenes por la cantidad de polvo que nos hemos quitado de encima.
“Hemos sentido que volvíamos a nacer de algún modo”
Afirmáis que es vuestro disco más optimista, a pesar de que llega en tiempos post pandémicos. ¿Cómo influyó la crisis sanitaria en su proceso de creación?
Nosotros justo habíamos grabado el disco en directo menos de un mes antes de que nos encerraran en casa, así que no afectó demasiado a los planes. Íbamos a parar igualmente para componer este disco, pero sí creo que cambió nuestra manera de trabajar como banda y el estado de ánimo… Fue una historia muy bizarra para todos.
Recuerdo muchas videollamadas trabajando con las nuevas canciones.
Para grabarlo os pusisteis en las manos de José Caballero, quien se confiesa fan de Whisky Caravan. ¿Conocíais vosotros también su trabajo?
Estuvimos hablando con varios productores antes de dar con José Caballero pero nada nos convencía. Joder, algunos nos querían convertir en Fangoria. Con José hubo un flechazo. Fue el más claro con nosotros y ya nos ganó del todo cuando nos habló de como él habría cambiado algunas cosas de nuestros anteriores discos. Habíamos escuchado cosas suyas con Shinova, Izal y algunas bandas más del tema… Pero fueron las palabras “yo no quiero cambiaros” lo que nos hizo grabar en su casa.
¿Cuál ha sido el modus operandi a la hora de trabajar con él?
Durante la preproducción vino de visita nuestro local y nos hizo tocar todos los temas que teníamos para el disco. Nos dio el punto de vista externo que necesitábamos para dar con lo que tenemos ahora entre manos. Luego durante la grabación también fue una parte importante. Sus consejos o decisiones eran tomadas igual o más en cuenta que las nuestras. En Whisky Caravan todos tomamos decisiones y a veces o muchas veces no estamos de acuerdo. En esos momentos José fue clave.
En plena era de los singles y los epés, habéis puesto toda la carne en el asador metiendo hasta catorce canciones en el álbum.
Se barajaron muchas opciones, como quitar algunos temas o incluso grabar un par de temas más para sacar dos discos distintos el mismo año. Finalmente decidimos meter todo lo que se grabó. Hoy en día según está la música en nuestro país no sabemos lo que puede pasar, ni tenemos seguro que vayamos a grabar más discos. No queríamos guardarnos nada por si acaso. Todas estas canciones tienen sentido en su conjunto. Haber quitado alguna sería como arrancarle un ojo a tu juguete favorito. Supongo que algunas canciones pasarán más inadvertidas de este modo que si hubiéramos sacado singles de ellas. Pero los que se han gastado la pasta en nuestro vinilo o CD lo agradecerán.
No tiene ni una sola colaboración. Creo que ahora mismo es lo original, ¿qué opináis vosotros?
Creo que en la banda somos personas con gustos bastante diferentes en el fondo. Intentar traer a alguien para que yo quede contento mientras otro tío en la banda se retuerce porque no soporta al colaborador no tiene mucho sentido. Hay muchas bandas con las que nos gustaría tocar y grabar pero igual no es el momento. También odio lo que hacen los grupos que graban con gente que ni conocen solo para que esa persona les traiga visitas o se hable más de ellos. Incluso pagan para que canten con ellos. Es como pagar por follar… Cuando alguien ha cantado con nosotros es porque había una amistad o una admiración por parte de nuestra banda.
El primer single fue “Imaginaciones”, que da también título al álbum. ¿De qué habla?
No nos ha gustado nunca desvelar de qué tratan las canciones. Me gusta pensar que para cada persona significará una cosa distinta. A grandes rasgos, yo lo veo como una persona egoísta diciéndole a otra “¡Eh! Estoy aquí y me duele verte mal”.
“No tenemos seguro que vayamos a grabar más discos”
En el segundo, “Enemigos”, grabasteis un videoclip en el que una pareja de novios vestidos para su boda acaba a puñetazos. Una muestra de las relaciones tóxicas, ¿cierto?
Eso fue idea del director, Ander Shinova con su productora Gatobala Films. Nos gustó el concepto de la metáfora del matrimonio y la pareja tóxica. La letra sí puede tratar sobre eso, pero en realidad está medio inspirada en la serie “The Preacher” y es una sátira de unos votos nupciales. Hay gente que no ha terminado de entender que se trata de una simple metáfora o de humor negro, y se han ofendido un poco con el vídeo. Tampoco nada preocupante, son los mismos que se perdían con el argumento de los Teletubbies.
“Algo en que creer” es el tercero. “Mientras el mundo nos destroza intentamos seguir en pie”, ¿es un canto al optimismo del que habláis?
Creo que sí. Aunque quizá más que un canto al optimismo es una reflexión sobre la idea de que todos estamos persiguiendo algo o aferrándonos a algo. No necesariamente tiene que ser la esperanza o el optimismo. Hay gente que se aferra a cosas que le destrozan. Cada uno hace lo que puede supongo.
Apostáis por la autoedición para el lanzamiento. ¿Han sido malas las experiencias con vuestras discográficas anteriores?
Al principio todo es bueno cuando fichas por un sello. En nuestro caso siempre estaremos agradecidos al comienzo con Rock Estatal Records. Después se vuelve todo un desastre. Teniendo los medios para poder sacar el disco y la convicción de que tampoco nos iba a cambiar mucho la película hemos decidido ser independientes. Trabajamos más, pero siempre a nuestra manera, y el ritmo lo marcamos nosotros. Ya veremos más adelante, por ahora estamos bien así.
Además de en CD y digital, sale una edición en vinilo. ¿Los sigue comprando la gente, o es más un capricho vuestro?
Ambas cosas. Creemos que el vinilo es el mejor formato para escuchar música sin duda. Las frecuencias en el sonido, el arte del disco y el poder coger y oler entre las manos las canciones en las que una banda lleva trabajando dos años. Hay mucha gente que ha vuelto y la mayor parte de los lanzamientos llevan también la edición vinilo. Somos envidiosos y no queremos ser menos. Álvaro Fajardo de The Fly Factory nos ha hecho un diseño tan cojonudo que había que fabricarlo a lo grande.
Habrá gira de presentación por las principales ciudades españolas empezando el 5 de noviembre en Madrid, ¿qué estáis preparando?
El debut de Whisky Caravan. En parte nos sentimos como si fuéramos a dar nuestro primer concierto. Estamos ansiosos de que llegue y reencontrarnos con toda la gente que nos apoya. Queremos darle importancia al nuevo disco, pero sin olvidar las canciones que nos han traído a este momento. Daremos un buen repaso a lo que somos ahora y habrá algunas sorpresas. Queremos que la gente cante y sienta las canciones desde el primer momento del concierto. Creo que el repertorio va a ser muy especial.
Además de guitarra, Víctor Fraile mete teclados en algunos de los temas. ¿Se turnará ambos instrumentos sobre el escenario?
Así es. Es un músico excepcional. Habrá momentos importantes con la aportación de las teclas. Se barajó para la gira meter un miembro más de refuerzo para teclados, pero después de unos cuantos ensayos tenemos claro que él solo puede con todo. Será un extra que antes no habíamos explotado.
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